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Rafael Álvarez, la lucha en la sangre

El luchador del Club San Ignacio de Teis Rafael Álvarez, de 17 años.
photo_camera El luchador del Club San Ignacio de Teis Rafael Álvarez, de 17 años.

El deportista mosense, a punto de disputar su segundo Europeo cadete, comenzó a entrenar junto a su padre en el San Ignacio

La Federación Española de Lucha sólo ha convocado a dos deportistas para la disputa del Campeonato de Europa cadete, que se celebra en Sarajevo (Bosnia) entre el 22 y el 31 de julio, en la modalidad de lucha libre olímpica. Uno de ellos es Rafael Álvarez, mosense de 17 años que lleva la lucha en la sangre. No en vano, comenzó a entrenar junto a su padre Rafael en el Club San Ignacio de Teis, al que todavía pertenece.
"Empecé con 12 años en el San Ignacio. Mi padre hacía lucha en ese club, me llevó y me gustó. Íbamos a entrenar juntos desde Mos", explica Rafael Álvarez desde la concentración internacional que la Federación Española ha organizado con vistas al Europeo.
Después de iniciar su formación a las órdenes de Eladio Bello y Ángeles Álvarez en el San Ignacio de Teis, Rafael ha entrenado las dos últimas temporadas becado en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra, donde ha acelerado su progresión. "Se entrena más tiempo, con gente que sabe mucho de lucha, hay un buen ambiente y, además, te ayudan a compaginarlo con los estudios", explica el luchador mosense sobre su experiencia en Pontevedra, a donde llegó después de cosechar unos buenos resultados a los que ha dado continuidad. Campeón de España en 2015 y 2016, este año lo fue en categoría cadete en -63 kilos y en categoría júnior en -66 kilos.
Después de debutar el año pasado en un Europeo, Rafael Álvarez tratará de aprovechar su mayor experiencia y formación para llegar lo más lejos posible en la categoría de -63 kilos. "Creo que llego mejor que el año pasado. Tengo más experiencia, he entrenado más y ahora soy más fuerte tanto física como técnicamente", explica el luchador mosense, que viaja a Bosnia con ambición. "El objetivo es quedar lo mejor posible. Me gustaría llegar a conseguir una medalla, pero sé que es difícil", añade Rafael, consciente de la dificultad de medirse a luchadores de países con más tradición como Rusia y Armenia. Pase lo que pase, Rafael es ya uno de los mejores luchadores de su edad en España, logro alcanzado merced a su trabajo y, también, por una cuestión familiar.n

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