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Premio a la combatividad

Chris Froome (dcha.) entra en la meta con vendas en el codo y en la rodilla tras la caída que sufrió en la etapa de ayer.
photo_camera Chris Froome (dcha.) entra en la meta con vendas en el codo y en la rodilla tras la caída que sufrió en la etapa de ayer.

El italiano De Marchi logró su primera victoria de etapa en una gran vuelta tras una jornada sin cambios en la general

El italiano Alessandro De Marchi, premio a la combatividad del Tour 2014, demostró este viernes que "el que la sigue la consigue", y fiel a su estilo escapista ganó en solitario en Alcaudete, en una jornada con susto por una caída de Froome y que mantuvo a Alejandro Valverde con la 'Roja'.
"Por fin", debió de exclamar De Marchi. El italiano, de 28 años, halló en la Vuelta lo que le negó el Tour, donde se metía en todas las escapadas, siempre sin éxito. Un triunfo de sabor especial, goloso, en Alcaudete, donde abundan las fábricas de dulces.
De Marchi navegó en solitario 13 kilómetros entre los mares de olivos jiennenses. Fue más poderoso que el francés Dupont, el suizo Tschopp y el canadiense Hesjedal, que se eliminó con una caída. Los tres cruzaron a 1:35.
Tampoco pudo el pelotón detener la ambición imparable de De Marchi. El grupo se partió en un corte de 3 segundos. Delante, Chris Froome; y detrás, en fuera de juego, Valverde, Quintana, Contador y Purito. "Eso no es nada". Quitó importancia el maillot rojo.
Quién se lo iba a decir a Froome. La séptima etapa entre Alhendín y Alcaudete, de 169 kilómetros, pudo eliminar al británico. No se pierde una caída. Cayó en el Dauphiné, quedó KO en el Tour con las muñecas rotas, hasta se cayó en Jerez probando el recorrido de la contrarreloj.
Y esta vez, camino del Alto de Illora, de nuevo al asfalto. Golpe en el costado derecho que le desconectó de los favoritos, pero tras visitar dos veces al médico, logró enlazar. ¿Por qué se cae tanto?. ¿Falta de confianza?. Se empeña en hacer honor al apodo de 'Chris crash'.
La caída supuso las primeras retiradas de la Vuelta, cuyo pelotón marchaba intacto desde Jerez con 198 corredores a bordo. Se fueron a casa el italiano Ivan Santaromita (Orica), el francés Bryan Nauleau (Europcar) y el letón Aleksejs Saramotins (Iam). Y no fue la última, en el sprint otro francés, Warren Barguil (Giant), demostró la utilidad del casco. De pánico, pero entró en meta andando.
La última etapa andaluza de la Vuelta fue además movida: 39 por hora en un recorrido de 165 kilómetros con dos puertos y perfil sinuoso. "No hay tregua, eso de los días tranquilos no existe", coincidían Contador y 'Purito' Rodríguez.
Tardó en formarse la fuga del día, pero cuando se conjuntaron los cuatro valientes de la jornada  en el descenso de Illora, aquello olía a que iba a prosperar la primera escapada, aunque Hesjedal, a 7 minutos en la general, generaba cierto peligro para el líder.
El cuarteto coronó el Alto Ahillo (2ª) con 5 minutos de adelanto. Buena renta, pero apareció la enorme figura de Fabian Cancellara para tratar de arruinar la fuga. Pero De Marchi y compañía tuvieron la suerte de que pinchara la locomotora suiza.
Era el día de la recompensa para el italiano del Cannondale, quien vestirá la camiseta del BMC de Evans y Samuel Sánchez la próxima temporada. Su ataque fue el bueno, el definitivo, el que le iba a permitir estrenarse en una grande.
"Un sueño" hecho realidad para este ciclista que procede de la pista, dos veces campeón de Italia de persecución, con poco trayecto en la ruta. Un triunfo que dedicó señalando al cielo a Alfredo Martini, ex seleccionador italiano fallecido hace unos días a los 93 años. n

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