Mundial Rusia

Por obra y gracia de Kroos

Kroos celebra con rabia su gol decisivo junto a Marco Reus, autor del primer tanto alemán.
photo_camera Kroos celebra con rabia su gol decisivo junto a Marco Reus, autor del primer tanto alemán.

El centrocampista alemán dio la victoria a los suyos con una falta antológica sobre la bocina

El fútbol es talento, calidad, precisión. Pero también es entrega, lucha y fe. Toni Kroos siempre demostró que las tres primeras cualidades se le caen de los bolsillos. Ayer demostró también, que va sobrado de las tres segundas. El centrocampista del Real Madrid salvó a Alemania de una eliminación casi segura –con un empate entre México y Suecia en la última jornada, los teutones quedarían fuera– con una falta a diez segundos del minuto 95, decretado por colegiado polaco Szymon Marciniak como el del final del partido. 
Fue el éxtasis, muy merecido, para una selección germana con un hombre menos desde el minuto 82 por la expulsión de Boateang. Los teutones atacaron sin descanso durante toda la segunda mitad para neutralizar el gol de Toivonen, que dejó helada a la 'Mannschaft' a la media hora de encuentro. El tanto del sueco dejaba eliminada a la actual campeona del mundo y el castigo pudo ser peor de no ser por dos intervenciones fantásticas de Neuer, la primera en una mano a mano con Berg, y la segunda en un testarazo a bocajarro al filo del descanso.
Fue el susto definitivo. La adrenalina que Joachim Löw necesitaba para decretar una vuelta a los orígenes. El seleccionador germano dejó a Draxler en la ducha en el descanso para introducir a Mario Gómez. Era la hora del aplastamiento. Alemania volvió a ser Alemania y a base de maquinaria pesada encerró en su área a Suecia, muy agobiada por las constantes entradas por banda de los laterales Kimmich y Héctor. De pronto, el equipo timorato de la primera mitad se había transformado en una fiera sedienta de sangre. Apenas dos minutos necesitó la 'Mannschaft' para asustar por dos veces a los nórdicos y acertar a la tercera. Un balón al área desde el costado izquierdo encontró hasta cuatro posibles rematadores. Müller no llegó, Mario Gómez tampoco, marcado por dos zagueros, Reus, libre de marca, sí. 
El partido estaba igualado de nuevo y quedaba la segunda parte prácticamente íntegra. Toque de corneta. Alemania no levantó el pie del acelerador y continuó con su acoso y derribo con ataques rápidos siempre bien trenzados por Kroos. Ahí arrancó la exhibición del jugador del Madrid, que pedía una y otra vez todos los balones para distribuirlos con agilidad y precisión quirúrgica. Uno tras otro, los acercamientos a la portería de Olsen comenzaron a sucederse. Con cuatro atacantes sobre el verde –Werner, Gómez, Müller y Reus–, Suecia no tuvo más remedio que echarse atrás y achicar agua en los constantes envíos al agua. Era un bombardeo. Cuando los zagueros no despejaban, era el turno del guardameta del Copenhague, el mejor de su equipo en la noche de ayer. Werner y Müller se toparon con él. El delantero del Leizpig, especialmente desafortunado, no atinó entre los palos en otras dos ocasiones.

Kroos contra los elementos
Es un guion muy alemán el de batallar hasta el final para terminar lográndolo. Parecía que sería así en el primer partido contra México, pero el gol no cayó. Ayer, después de la expulsión de Boateng en el minuto 82, parecía que tampoco llegaría el tanto. Más aún después de Gómez se encontrase con Olsen en un testarazo y Julian Brandt con el palo desde la frontal. El tiempo se acababa y casi sobre la bocina, Kroos convirtió en oro una falta lateral. Toque en corto para Reus y caricia a la escuadra. Locura alemana que retoma la vida para la última jornada contra Corea.n

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