El céltico, desafortunado en casi todas sus intervenciones, fue sustituido al descanso
No fue un buen día para la selección y no fue un buen día para Nolito. España mereció caer y cayó ante Italia en los octavos de final de la Eurocopa y el céltico no pudo hacer nada para evitarlo. Al contrario, titular una vez más en el invariable once de Vicente del Bosque, el gaditano completó una nefasta primera parte que llevó al técnico salmantino a sustituirlo al descanso. Una mala tarde que no basta para solapar la irrupción de Nolito en el panorama internacional, un salto a la élite que salvo sorpresa coronará próximamente con su fichaje por el Manchester City.
Del Bosque no varió su apuesta y alineó a los mismos once jugadores que ya habían sido titulares en los tres partidos de la fase de grupos. Ni siquiera el tropiezo ante Croacia, que condenó a España a seguir su camino por la parte más árida del cuadro, hizo cambiar de opinión al seleccionador. Del Bosque probó alternativas, entre ellas la titularidad del protestón Pedro en detrimento del propio Nolito, pero finalmente optó por dar continuidad a los mismos jugadores.
El gaditano dispuso así de una nueva oportunidad para brillar con la elástica de la Roja, después de rendir a muy buen nivel contra la República Checa y Turquía y completar una actuación más discreta frente a Croacia. Como ante el combinado balcánico, el nivel que Nolito ofreció ayer ante Italia fue parejo al de la selección. Si el centro del campo de España funciona y el fútbol de la selección fluye con naturalidad, el gaditano responde con su talento pegado al costado izquierdo; si por el contrario el juego de España se atasca e Iniesta, Cesc o Silva no aparecen tanto como debieran, al céltico le llegan menos balones y en peores condiciones. El resultado del pésimo primer tiempo que la selección completó ayer fue una pésima primera parte de Nolito, al que no le salió prácticamente nada de lo que intentó.
Del Bosque desesperaba en la banda. Tanto como pocas veces en sus ocho años de travesía como seleccionador, etapa que se avecina a su fin. Y era precisamente Nolito y su compañero de banda Jordi Alba –tan perdido ayer sobre el césped como días atrás delante de un micrófono– los dos jugadores a los que en más ocasiones se dirigió el seleccionador. El técnico salmantino trataba de corregir una y otra vez a sus pupilos, pero no lo consiguió. Al descanso, decidió cambiar la cara de España –o al menos intentarlo– dando entrada a Aduriz para pasar a jugar con dos puntas. Nolito, el primer cambio también ante Croacia, volvió a ser el sacrificado.
Fue una mala tarde del de Sanlúcar, como lo fue para una España que mejoró en la segunda parte pero no lo suficiente como para batir a Italia. La selección se despidió así de Francia y Nolito puso punto final al sueño de su infancia convertido en realidad. Pero el ocaso de su primer gran torneo con la selección española no es más que el inicio de una nueva etapa para el gaditano. Después de tres maravillosas temporadas en el Celta, su irrupción como titular en una de las (ex) candidatas a conquistar la Eurocopa ha situado a Nolito en la élite del fútbol mundial, donde seguirá una vez se confirme su traspaso al Manchester City por los 18 millones de euros de su cláusula de rescisión.
El de Sanlúcar de Barrameda inicia ahora sus vacaciones y con casi total seguridad ya no regresará a Vigo. Seguirá vistiendo de celeste, pero a las órdenes de Pep Guardiola en uno de los equipos más poderosos del viejo continente. Dentro de poco, el Celta se convertirá en pasado para Nolito, como lo es ahora una Eurocopa que termina con un sabor agridulce para el andaluz. Ha sido un sueño cumplido, pero también un sueño truncado a medio camino.n
