El italiano es el virtual ganador del Tour tras una nueva exhibición en Hautacam y el murciano se cayó del podio
Vincenzo Nibali (Astana) asestó el golpe de gracia al Tour con un paseo triunfal que le condujo a su cuarta victoria, esta vez en la cima de Hautacam, desde donde divisó París, mientras que Alejandro Valverde se cayó del podio al sucumbir ante los franceses Pinot y Peraud, ahora dueños de la segunda y la tercera plaza.
La versión más voraz del 'Tiburón de Mesina' finiquitó el Tour. Nibali, de 29 años, se dio un homenaje en la última etapa de Pirineos con 9 kilómetros en solitario, de exhibición. Un auténtico 'Caníbali'. Ganó en Sheffield, en Los Vosgos, en los Alpes y remató en Hautacam. Irresistible.
El italiano no tuvo respuesta. Los demás juegan a otra cosa, a pelearse por salir en la foto de París junto a él. En ella, de momento, no saldrá Alejandro Valverde, débil una vez más. El murciano no aguantó a sus rivales directos. Pinot, Peraud, Van Garderen y Majka secundaron a Nibali a 1:10 minutos, pero el español, como ocurrió en Pla D'Adet, no reaccionó y se dejó la segunda plaza a favor de Pinot. Pero eso no fue lo peor. El murciano perdió también la tercera que ahora luce el veterano Peraud, de 37 años. Se complica el objetivo, pero resta la contrarreloj de mañana. No todo está perdido.
La décimo octava etapa se puso en marcha en Pau para recorrer 145 kilómetros hasta Hautacam. Última cita con la montaña. La escapada se formó temprano con 20 corredores. Una vez superada la parte llana, la etapa se animó en el Tourmalet, la gloriosa y centenaria montaña del Tour. Sus 17 kilómetros de ascenso siempre resultan emocionantes. Coronarlo en cabeza a 2.115 metros supone un pequeño lugar en la historia. Tal honor le correspondió ayer a Blel Kadri (Ag2r), quien cruzó la cima por delante del español Mikel Nieve y con el grupo de Nibali y favoritos a 4:30 minutos.
Un descenso de 36 kilómetros hasta el pie del Hautacam podía dar para mucho. El tema era esperar a la última subida o sacar cartas de lejos. Pues se animó Valverde, que se lanzó en la bajada hasta abrir hueco. El murciano enlazó con sus compañeros Herrada e Izagirre, desperdigados de la escapada inicial. Una jugada táctica que debía ponerles ante el Hautacam, pero por detrás hubo unanimidad para anular el esfuerzo triple del Movistar ante la última oportunidad para abrir diferencias antes del examen del reloj.
Trece kilómetros de ascenso al 7,8 por ciento en medio de la locura. Una pesadilla para unos y benditos para otros. Nieve atacó en el primer kilómetro para soltar a Kadri, pero el Astana del 'tiburón' venia por detrás con hambre, marcando un ritmo que anunciaba lo peor para el navarro. Nieve se derritió a 8 de meta. La traca la prendió Horner, pero Nibali le dejó seco. A él y a todos. Tiene a Pinot a 7:10 y a Peraud a 7:23. Valverde, mientras, tiene la contrarreloj de 54 kilómetros para arreglar este desaguisado. Los franceses le sacan 15 segundos. Empate técnico.n
