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Navardauskas pone a Lituania en el palmarés

Navardauskas, primer lituano que gana una etapa en el Tour.
photo_camera Navardauskas, primer lituano que gana una etapa en el Tour.

El ciclista del Garmin logró la primera victoria de etapa de su país en el Tour de Francia

El lituano Ramunas Navardauskas (Garmin) puso a su país en el palmarés del Tour de Francia con un triunfo en solitario en la décimo novena etapa, jornada de transición previa a la decisiva contrarreloj que designará a los que acompañen en el podio de París al italiano Vincenzo Nibali, virtual ganador.
Navardauskas apareció en medio del diluvio para salvar al Garmin, que aún no había firmado ninguna victoria. Un ataque a 12 kilómetros de meta le permitió abrir un puñado de segundos. Esa pequeña renta aderezada con la suerte de una montonera que atrapó a medio pelotón fue suficiente para conocer la gloria.
El lituano miró atrás en la recta de meta. A lo lejos asomaba un pequeño grupo que esquivó el accidente, que al producirse a 3 kilómetros de la llegada no tuvo coste de tiempo para nadie. Le siguieron el alemán Degenkolb y el noruego Kristoff. Atrás quedó 'Poulidor' Sagan. El esloveno rodó por el asfalto con su maillot verde. Tiene la negra. Condenado a cuatro segundos puestos, ahora además se cae.
Un día más salvado por Nibali, a un paso de su sueño de ser uno de los seis corredores de la historia ganadores de Tour, Giro y Vuelta. El 'Tiburón' está a punto de poner su nombre junto a los de Anquetil, Merckx, Gimondi, Hinault y Contador. Sólo le separa la contrarreloj de hoy, en la que saldrá a verlas venir. Con más de 7 minutos sobre Pinot, Peraud y Valverde, la crono de 54 kilómetros entre Bergerac y Perigueux la podrá afrontar como un paseo militar. Otra cosa será para los dos franceses y el español, que se jugarán las dos plazas para la foto de París, a ambos lados del campeón.
El reloj estaba en la mente de todos. La transición de 208 kilómetros entre Maubourguet y Bergerac era día para el regreso de los velocistas después de sufrir el calvario de los Pirineos. Una escapada era lo más conveniente para todos, siempre y cuando estuviera controlada. Esta vez se animaron Gerard (Bretagne), Elmiger (IAM), Slagter (Garmin), Gautier (Europcar) y Taaramae (Cofidis). En el caso de Elmiger un escapista total, pues acumula en fuga más de 700 kilómetros. Directo al título de supercombativo del 101 Tour de Francia.
Pero como no era día para escapadas, los aventureros fueron cazados a 13 kilómetros de meta, coincidiendo con la Cota de Monzabillac, una tachuela de cuarta como única dificultad del día. Ahí claudicó el último superviviente, Slagter, pero no todo fueron penas para él, pues su compañero Navardauskas le tomó el relevo.
Un lituano en cabeza. Algo pintoresco, pues nunca había ganado un ciclista de esta nacionalidad. El corredor de 26 años, que ya tenía una etapa en el Giro 2013 y había vestido de rosa dos días en 2012, lanzó la moneda y salió de cara. La suerte hay que buscarla y la encontró con la montonera que evitó un sprint masivo. 
Llamado a última hora para sustituir a David Millar, un cambio mágico, el ganador del Circuito de la Sarthe salvó al Garmin, que vino a por la general con Talansky, uno de los ilustres retirados.n

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