MUNDIALITO DE CLUBES

El Madrid gana la guerra mundial

Los jugadores del Real Madrid posan con el trofeo del Mundial de Clubes, que el club blanco sólo había ganado en su anterior formato, el de Copa Intercontinental.
photo_camera Los jugadores del Real Madrid posan con el trofeo del Mundial de Clubes, que el club blanco sólo había ganado en su anterior formato, el de Copa Intercontinental.

El conjunto blanco conquista el título que le faltaba contra un San Lorenzo que planteó una final muy agresiva

El Real Madrid conquistó su primer Mundial de Clubes imponiendo su fútbol a la batalla que presentó San Lorenzo y plasmando su superioridad para convertirse en el mejor equipo del mundo, con goles de Sergio Ramos y Bale en el broche de oro a un año histórico.
El Real Madrid toca el cielo convertido en una máquina de ganar. Convirtiendo una final en un partido más de una racha victoriosa que no tiene fin. Veintidós encuentros consecutivos tumbando rivales que van dando forma a un equipo de leyenda. Tras cumplir el ansiado sueño de la Décima Copa de Europa conquistó por primera vez el título que faltaba en la sala de trofeos del Santiago Bernabéu.
El fútbol salió victorioso del Mundial de Clubes. El San Lorenzo intentó llevar el duelo a un rincón incómodo para las estrellas blancas. Acudió al otro fútbol para recortar la abismal diferencia de calidad entre jugadores.
Era el partido que esperaba el Real Madrid, que se ha convertido en un canto al buen fútbol, guiado por un técnico que enterró tiempos oscuros con una apuesta clara por el buen gusto. Sin espacios, estuvo incómodo, pero con Casillas como un espectador más, el triunfo era cuestión de tiempo.
Para ello no debía entrar en la batalla que proponía San Lorenzo, que comenzó con susto nada más nacer el encuentro, en un robo de Kroos, que asistió a Cristiano. Su disparo fue más un centro y Benzema no llegó porque se trastabilló.
Con la posesión no crearía peligro el Madrid. El 'Patón' Bauza corrigió todos los errores tácticos de la semifinal. Juntó líneas y esperó a su rival. Más cómodo en este papel que en el de protagonista que debía asumir ante el Auckland City. San Lorenzo jugó por momentos por encima del límite de agresividad permitido. Kroos se enfadaba por una patada a destiempo, Cristiano desesperaba por la excesiva dureza y Ancelotti se quejaba amargamente desde la banda.
Necesitaba el conjunto español más de James, que reaparecía alejado de su verdadera imagen. Kroos daba lección al mando, buscaba dar ritmo, e Isco se ofrecía siempre pero faltaba enlazar con los de arriba. No había líneas de pase.
El balón parado era otro recurso por explotar según el partido quedaba expuesto. Llegó un aviso con córner de Kross que peinó Bale e instantes después apareció de nuevo Sergio Ramos vestido de salvador. El héroe de la Décima lo volvió a repetir. La rosca perfecta del alemán en el córner encontró el poderío del camero.
San Lorenzo ya estaba obligado a atacar y los espacios, tan bien aprovechados por la velocidad de la BBC (Bale, Benzema, Cristiano), permitirían al Real Madrid reencontrarse con su verdadera imagen en el segundo acto. No tardó en castigar a su rival con fallo garrafal de Torrico. Apareció Isco para poner su magia en el pase entre líneas a Bale. El galés controló y chutó con la zurda sin colocación, pero encontró el error en la postura de Torrico al intentar atajar la pelota.
El segundo tanto fue el punto final al partido. San Lorenzo, inoperante en ataque, no tenía fútbol para remontar. Suficiente mérito tenía su presencia en Marruecos tras premiar su crecimiento con una Libertadores inolvidable.
Corrió hasta el último segundo el equipo argentino mientras el Madrid se acomodó y  Casillas apareció con una buena parada a disparo de Kalinski y otra a Mercier. El travesaño evitaba el doblete de Bale, pero ya era lo de menos. El Real Madrid ya había conquistado el mundo con superioridad.

Real Madrid: 
Casillas; Carvajal (Arbeloa, m.73), Pepe, Sergio Ramos (Varane, m.89), Marcelo (Coentrao, m.43); Kroos, Isco, James; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.
San Lorenzo:
Torrico; Buffarini, Yepes (Cetto, m.61), Kannemann, Más; Ortigoza, Mercier; Kalinski, Gonzalo Verón (Romagnoli, m.57), Pablo Barrientos; y Martín Cauteruccio (Matos, m.68).
Goles: 
1-0, m.37: Ramos; 2-0, m.51: Bale.
Árbitro: 
Walter López (Guatemala). Amonestó a Ramos, Carvajal, Ortigoza, Barrientos, Buffarini y Kannemann
Incidencias:
Final del Mundial de Clubes disputada en el Gran Estadio de Marrakech ante 38.345 seguidores.

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