Diez años después de los Juegos de Pekín, la española Lydia Valentín puede afirmar de forma oficial que fue medalla de plata en la categoría de -75 kilos de halterofilia. ¿Nunca es tarde cuando la dicha es buena?
El largo proceso de revisión y sanción del COI eliminó por dopaje a tres rivales delante de la española, quien ahora espera el oro de los Juegos de Londres 2012, si se confirma la eliminación de otras rivales por el mismo motivo.
El Comité Olímpico tuvo el bonito detalle de entregársela en un acto de relevancia. Nada es comparable a recibirla en unos Juegos, pero al menos es una muestra del cariño que merece esta pionera del deporte femenino.