Miles de personas acompañaron al equipo de Zidane en su celebración por la conquista de la Liga de Campeones
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Miles de personas inundaron ayer de blanco la Plaza de Cibeles y el estadio Santiago Bernabéu para celebrar junto a los jugadores del Real Madrid la decimotercera Copa de Europa conquistada por el equipo el pasado sábado, esta vez en Kiev ante el Liverpool (3-1).
Tras ofrecer el trofeo a la Virgen de la Almudena y pasar por la sede de la Comunidad de Madrid y por el Ayuntamiento, donde mostraron la copa al presidente madrileño, Ángel Garrido, y a alcaldesa, Manuela Carmena, la plantilla llegó cerca de las 20:20 horas en un autobús descapotable.
En torno la estatua de Cibeles les esperaba una plataforma para que pudieran realizar sobre la misma una vuelta de honor, algo que hicieron jaleados por la multitud de aficionados que en ocasiones cantaban por iniciativa de Sergio Ramos. Algunos de ellos ya habían estado allí la noche anterior, cuando tras el pitido final del partido la zona se llenó de espectadores que acudieron a participar de la alegría colectiva en el lugar tradicional de celebración de los éxitos del Real Madrid.
Ese breve trayecto de los futbolistas fue el paso previo al contacto con la diosa. Una vez más, ese privilegio correspondió a los capitanes Sergio Ramos y Marcelo Vieira, que pusieron una bufanda y una bandera. Seguidamente, las celebraciones concluyeron en el estadio Santiago Bernabéu. n
