Joanna Comparach es una ciudadana del mundo, con nacimiento argentino, vida en Vigo y sentimiento croata: "Vine a estudiar a Pamplona y después pasé por Madrid, Estados Unidos, Barcelona, Buenos Aires, Londres y, finalmente, llegué a Vigo. Desde que vine la primera vez, siempre quise volver a España".
Ya asentada en la ciudad olívica, el corazón le tira al país se su padre y su abuelo, a Croacia. "Mi padre lo está viviendo mucho y yo también. Quiero que Croacia gane. Es mi favorito desde que empezó el Mundial. Además, cada vez que hay un partido hablo con mi padre y en la semifinal hablé antes y después. Eso sí, a mi madre, que es inglesa, no le dije que iba con Croacia hasta terminar. Ni Argentina. Croacia desde el principio".
En la semifinal se vivió un momento curioso como la vida de Joana y de sus progenitores. Actualmente residen en Perú, pero se conocieron en Buenos Aires, donde ambos terminaron por la vida de sus correspondientes padres, abuelos de la residente en Vigo. Uno llegó allí desplazado por la guerra de los Balcanes y tras años en un campo de concentración. Otro por motivos laborales: "Cada uno iba con una selección distinta. En cada partido hablo con mi padre. Los estuve siguiendo al minuto y en la semifinal estaba super emocionada. Es un país que pasó por muchos males y es pequeño, de solo cuatro millones de habitantes. Esto es un gran logro. Aún tengo allí a familia, a tíos y primos".
En Vigo hay pocos croatas, pero existe algún reducto. A Joana Comparach el sentimiento le llega por parte paterna. Ciudadana del mundo con corazón blanquirojo ajedrezado.
