VICKY PIÑEIRO. Remera canguesa ganadora de la Concha 2018

"Me gusta, tengo ilusión y me planteo año a año"

VICKY PIÑEIRO. Remera canguesa ganadora de la Concha 2018
photo_camera VICKY PIÑEIRO. Remera canguesa ganadora de la Concha 2018

Vicky Piñeiro (Cangas, 20 de octubre de 1983) conquistó el pasado domingo su quinta victoria parcial en la Bandera de La Concha, la segunda con la trainera de San Juan tras sumar tres con Rías Baixas entre 2010 y 2012. 

¿Cómo se siente tras ganar La Concha?
Estoy muy contenta. La verdad es que esperaba tener un poco más de pelea. Hicimos una buena salida, sufrimos, pero después de la primera regata, sabíamos que las rivales estaban fuertes, la pelea era con Orio. Con Riveira no teníamos referencias. Pero viendo la gente que tenían dentro del barco, son remeras buenas, que llevan años. Hay que contar con todo el mundo. Ganar aquí siempre es especial.  

Riveira sorprendió, pero una por una, era una buena tripulación. 
Sí, sí. La clasificatoria es un mundo aparte porque son ocho barcos y se puede reservar algo. Siempre haces algún cambio y juegas tus cartas, pero su tripulación era buena.  

Llegaron al segundo domingo con ventaja, pero salieron muy fuerte, ¿era su plan?
El objetivo era salir muy fuertes porque en la primera jornada vimos que había igualdad y no nos podíamos despistar con Riveira ni con Orio. Una ventaja de seis segundos te la pueden sacar. No puedes fiarte con ese tiempo. La idea que teníamos todos era llegar más o menos igualados a la virada y no fue así. Pronto sacamos ventaja y después vinimos más cómodas. Sigues sufriendo, pero puedes remar tranquila, acabando bien la palada y es algo fundamental. Ya nos pasó en otras regatas. Si te ves al lado de otra trainera, llevas presión y no es lo mismo. No todo el mundo sabe remar así. 

En ese caso, ¿su experiencia es clave?
Yo no me siento mejor o peor que otras compañeras. En un barco la juventud también es importante porque aporta mucha energía, llenan el barco. Las veteranas igual aprendemos más de los errores e intentamos no hacerlos, pero la juventud es buena porque nos meten la ilusión y las ganas. Es algo diferente. Las que llevamos años aquí apartamos porque tenemos un buen bloque y la relación es buena entre nosotras, lo que también contribuye en el aspecto psicológico. Todas somos iguales. Las jóvenes llegan con fuerza y las mayores tenemos que apretar y cuesta. Con la edad también cuesta.  

Es su quinto título, ¿se acostumbra a ganar o se sigue disfrutando al máximo?
Se sigue disfrutando porque ganar cada día es más complicado. Cada vez hay más traineras y las dificultades son mayores. Los primeros años fueron una novedad, se celebraron mucho, pero ganar después de mucha pelea, también se disfruta mucho porque es ponerle la guinda al pastel después de un verano duro.  

Usted estuvo los dos primeros años con Astillero y después empezó a ganar con Rías Baixas,  ¿cómo cambió La Concha desde dentro después de diez años?
Antes era la novedad. Se remaba solo en batel y trainerilla, pero a raíz de hacer la regata aquí subió mucho la trainera femenina. Sí es cierto que las mujeres igual lo dejan antes que los hombres, ya sea por maternidad o por trabajo. Se hace más complicado llenar un barco, pero ya vemos a tripulaciones muy jóvenes. Tolosa creo que tiene una media de diecisiete años. Es un bloque muy joven y se vive mucho este deporte. 

¿Cómo hace para aguantar tantos años?
Mientras puedas disfrutar de lo que haces, tienes la ilusión y es lo importante. Siempre hay temporadas que cuestan más, pero también hubo alguna que no remé. No todas son iguales y no siempre se soportan de la misma forma. Un deportista siempre tiene momentos menos buenos. El invierno, sobre todo, es muy duro en el remo. En verano te olvidas, pero la preparación es lo difícil. En mi caso, estoy disfrutando y hasta que dure. Yo sólo pienso de año en año, pero es duro porque ahora tenemos un mes de vacaciones y nada más. Antes, sin traineras, el verano era totalmente libre. 

A pesar de su experiencia, ¿todavía aparece el nerviosismo?
En mi caso, siempre lo llevé bien. Hay otros que llegan allí y reconocen que no durmieron nada. Se hacen las regatas por la noche, pero yo desconecto. Puedo tener ese nerviosismo, pero son más las ganas de ir a por la bandera. En todo caso, son las circunstancias lo que puede ponerte nervioso.  

Usted estuvo un tiempo sin remar hasta que volvió a San Juan, ¿por qué regresó?
El año de Zumaia lo dejé porque se deshizo el bloque bueno que había y me tomé una temporada de descanso. Me llamaron de San Juan y regresé. Cuadró así y, en ocasiones, necesitamos desconectar. Sucede que las temporadas son de año en año, lo que pasa es que llega el verano y lo echaba de menos. Me sirvió para disfrutar de otras coas y, al volver, retomas el deporte con ganas. Desconectar siempre viene bien y el deporte lo tienes que disfrutar. Cualquier temporada que sea mala, hay que borrarla y volver a empezar. 

Verse en la mejor trainera también ayuda a seguir. 
Sí, es algo que ayuda. Pero el invierno es duro y los deportistas no podemos estar siempre al cien por cien. Cuando hay mal tiempo, nos quedamos en el remoergómetro, que se hace muy duro. Ganar ayuda porque disfrutas mucho más. Todos lo queremos hacer, pero esta temporada, con la lucha que tuvimos con Orio, creo que ser segundas también sería fantástico.n

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