El actual campeón, Chris Froome, marcha segundo y Valverde se deja más de 3 minutos
El británico Geraint Thomas encabezó ayer la rebelión del Sky en el primer final en alto en los Alpes y consiguió un triunfo en solitario en esta undécima etapa, disputada entre Albertville y La Rosière con un recorrido de 108,5 kilómetros y en la que se enfundó el maillot amarillo que hasta ahora había retenido Van Avermaet.
El Movistar lo intentó, pero fue el Sky quien dio un golpe sobre la mesa gracias al triunfo de Thomas, ahora el cabeza de serie número uno del equipo después de una exhibición ofensiva que terminó a 500 metros de meta con las ilusiones del español Mikel Nieve, que ya saboreaba la victoria.
La maniobra del Sky en el último puerto hizo estragos. Las diferencias, aunque no son definitivas, marcan de manera clara el territorio. Nairo Quintana, Nibali, Bardet y Roglic cedieron 58 segundos y Landa, casi 2 minutos. Valverde perdió 3:30, hundido tras intentar revolucionar la etapa con una fuga. Todo apunta a que el capitán en el Movistar ahora tendrá que ser el colombiano.
Con esta etapa la clasificación general se aclaró de manera definitiva. Los favoritos ya han aparecido, con el Sky copando las dos primeras posiciones. El líder es Thomas, seguido por su compañero Froome a 1:25. Dumoulin marcha tercero a 1:44 y Nibali cuarto a 2:14. Landa ha quedado relegado a la séptima posición a 2:56 mientras que Quintana figura noveno a 3:16.
Fue una jornada corta con solo 108 kilómetros de los cuales ni un metro era llano. "Hay que intentarlo y hoy puede ser el día", comentaba Landa a la salida en Albertville. El primer final en alto de este Tour, en la inédita Rosière, sería un banco de pruebas con distinta suerte final.
La etapa encadenó 4 puertos, los dos primeros de categoría especial. El primero fue el Monte de Bisanne (12,4 kilómetros al 8,2%). En él se marcharon hasta 23 corredores, entre ellos Soler, Gorka Izaguirre, Mikel Nieve, Barguil o Alaphilippe.
Tras coronar, Alaphilippe se enlazó con el Col du Pré (12 kilómetros al 7,7), donde atacó Valverde a 4 de la cima, enlazando con Soler. Un movimiento que pareció no inquietar al Sky, que se puso al frente con 5 hombres.
Empezó así una persecución serena por parte de los componentes del Sky, perturbada únicamente por el ataque de Dumoulin en el Roselend, lanzándose a 93 km/h en el descenso, que terminó de arruinar la fuga de Valverde, quien inició el último ascenso sin Soler.
A pie de puerto, la estrategia de Movistar claudicó finalmente ante los hombres de Thomas y Froome. Todos los favoritos estaban separados por menos de 55 segundos, y restaba la inédita subida a la estación invernal de La Rosière (1ª, 17,6 kms al 5,8%).
Por delante Nieve puso la directa entre los supervivientes de la fuga inicial con un duro ataque a 8 de la meta. El español abrió hueco, sin imaginarse la tormenta que se iba a desatar en el grupo principal. Dumoulin soltó a Valverde y se lanzó a por la etapa.
A 5,5 kilómetros de la cima, el Sky quemó la traca y Thomas atacó sin respuesta de nadie, alcanzando a Dumoulin y Nieve sin problemas.n
