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La FIFA reelige a Blatter a pesar de la corrupción

Blatter, ayer en Zúrich tras ser reelegido presidente de la FIFA.
photo_camera Blatter, ayer en Zúrich tras ser reelegido presidente de la FIFA.

El suizo logró una holgada victoria dos días después de la detención de siete dirigentes

Los escándalos de corrupción en la cúpula de la FIFA, ocurridos tan sólo dos días antes de la elección presidencial, no mermaron la ascendencia del suizo Joseph Blatter sobre las asociaciones nacionales de fútbol, que nuevamente le encumbraron ayer a la cima de la organización para un quinto mandato. Blatter recibió el respaldo abrumador de los miembros de la FIFA, que le dieron 133 votos, frente a los 73 recibidos por su rival, el jordano Ali Bin al Hussein. Aunque no consiguió ganar en primera vuelta, el suizo tenía la victoria en su bolsillo, lo que condujo a Ali a retirar su candidatura y evitar una segunda ronda inútil, pues en ella se requería una mayoría simple para vencer. Blatter agradeció, visiblemente emocionado, el apoyo, que le permitirá continuar cuatro años más al frente, con los que podrá completar 21 de presidencia.  "Quiero agradecer especialmente a todos los que fueron suficientemente valientes para votar por mí", dijo Ali al retirarse.
La victoria de Blatter fue mucho más holgada de lo que habían previsto los dirigentes del fútbol europeo, que se convirtieron en sus más encarnizados críticos, particularmente tras destaparse el sistema de corrupción por el que siete dirigentes de la FIFA están ahora detenidos en Suiza y serán previsiblemente extraditados a Estados Unidos, que abrió proceso penal contra un total de nueve altos responsables de la organización y cinco empresarios deportivos que les pagaban sobornos.
Las comisiones –que se calcula sumaron los 150 millones de dólares en más de dos décadas– se daban a cambio de los derechos de transmisión, publicidad y auspicio de eventos deportivos en EE.UU. y América Latina. Los ingresos de la FIFA por esos conceptos se multiplicaron de forma exponencial bajo las presidencias de Blatter.
Otra investigación, a cargo del Ministerio Público de Suiza, intenta determinar si hubo corrupción en la atribución de las sedes de los Mundiales de 2018 a Rusia y 2022 a Qatar. En una de sus intervenciones en el Congreso, Blatter dio a entender que había un trasfondo político en esas últimas acusaciones. "Si el 2 de diciembre de 2010, cuando se tomaron esas decisiones, otros países hubiesen sido elegidos, no tendríamos ese problema", comentó.

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