Los franceses residentes en la zona se reunieron para seguir con emoción la final y acabar festejando el título de su selección
Cuando Hugo Lloris alzó ayer al cielo la segunda Copa del Mundo de la historia de Francia, el país galo alzó los brazos junto a su capitán. Un mes y siete partidos para bordar la segunda estrella en la camiseta azul y 90 minutos con altibajos para derrotar a Croacia.
Pero no solo en el país del gallo se vivió la victoria del equipo de Deschamps con entusiasmo. Vigo y su área guardaron un resquicio para franceses que disfrutaron con su selección a miles de kilómetros de París y a más todavía de Moscú. Nadia fue una de ellos. Regenta el bar Claser en Panxón y vivió junto a varios amigos el triunfo. "Éramos los únicos que íbamos con Francia en el bar", comenta.
Veronique Calvez, directora de la Alianza Francesa se juntó con sus compañeros y sus familias en el centro de Vigo. Una veintena de galos, que vibró con los goles de Griezmann, Pogba y Mbappé y que lo pasó mal por momentos. "Sufrimos bastante pero mereció la pena", sentencia Veronique.
Entre amigos y familia
Varios profesores y directivos de la Alianza Francesa de Vigo quedaron, junto con sus familias, para disfrutar de la final entre su equipo y Croacia. Dicen que el resultado es lo de menos y que lo más importante es poder pasar unas horas en familia y con amigos, pero con la segunda estrella ya en el pecho, la amistad se vive mejor.
Pasión gala en Panxón
Nadia recibió en su local, la cafetería Claser en Panxón, a un grupo de compatriotas franceses que vivió con la máxima emoción la final del Mundial, que terminó con sonrisas y abrazos para ellos.
La fiesta, hasta Baiona
El Val Miñor tuvo ayer un marcado carácter galo. En Baiona, Benoit, su familia y su amigos pudieron celebrar por todo lo alto el triunfo de Francia en el Mundial de Rusia.
