La expedición del Espanyol aterrizó a última hora de la tarde de ayer en el aeropuerto de Peinador sin levantar demasiada expectación, aunque el interés de los aficionados allí presentes se centró en Borja Iglesias.
El santiagués regresa a Vigo para enfrentarse al club en el que militó las cinco últimas temporadas y el que salió este mismo verano con destino al conjunto barcelonés a cambio de 10 millones de euros.
Hoy, el excéltico, que no llegó a un acuerdo de renovación de contrato con la directiva celeste, volverá a ser el centro de las miradas en el estadio de Balaídos. Será, además, un día muy importante para él, ya que debutará como titular en Primera División. La afición celeste está dividida en torno a su figura.
