España prepara la cita con Irán

Fernando Hierro bromea con el céltico Iago Aspas durante el entrenamiento de ayer del equipo español.
photo_camera Fernando Hierro bromea con el céltico Iago Aspas durante el entrenamiento de ayer del equipo español.

La selección retomó ayer el trabajo sin Pepe Reina, que sufre molestias cervicales, y con la duda sobre Carvajal

La selección española retomó ayer los entrenamientos en sesión vespertina, después de las horas libres que disfrutaron los internacionales desde el sábado, ya con la mirada en el partido del próximo miércoles contra Irán en Kazán y sin Pepe Reina, que no se ejercitó por molestias cervicales.


Después del empate contra Portugal del pasado viernes, partido en el que el céltico Iago Aspas vivió su debut en un Mundial, el equipo se entrenó el sábado por la mañana sólo con los suplentes de ese duelo y disfrutó luego del primer periodo libre de la concentración en Krasnodar desde las 17:00 horas del sábado hasta la misma hora de ayer, cuando regresó a la actividad ya pendiente de Irán.


Ese es el siguiente reto del equipo español, que contó con la única baja en la sesión de Reina. El portero saltó al campo junto a todos sus compañeros para el comienzo del entrenamiento, charló con el cuerpo técnico de la selección y posteriormente abandonó el terreno de juego a causa de unas molestias cervicales.


Ya como uno más, como desde el pasado martes, se entrena Dani Carvajal, una vez superada la lesión muscular que le había mantenido al margen del grupo, aunque fue baja en el choque del pasado viernes. Desde entonces se ejercita junto al resto de sus compañeros y está listo ya para el choque del próximo miércoles.


Una de las pocas dudas que tiene Fernando Hierro para su segundo partido como seleccionador la representa precisamente Carvajal. El 25 de mayo, sobre el césped del Olímpico de Kiev, fue el último entrenamiento del lateral antes de reencontrarse con una maldición que le persigue en finales. Otra vez antes de tiempo fuera. Una nueva lesión muscular. Las lágrimas reflejaban la rabia de tener que marcharse de una cita igualada ante el Liverpool y el miedo a perderse el Mundial de Rusia al que llegaba como miembro de la guardia intocable de Julen Lopetegui.
El que era seleccionador no dudó en integrarlo en la expedición que volaría a Krasnodar. Es el dueño de la banda derecha y esperarían el tiempo que hiciese falta si podía aportar durante el torneo. Sabía que no podría contar con él ante Portugal, pero que la rotura muscular en el isquiotibial era pequeña y ante Irán, en la segunda jornada, había firmes opciones de que pudiese reaparecer.
Es el panorama que ahora encuentra Hierro. Siguió el plan de ruta establecido ante la vigente campeona de Europa después de ver que Carvajal era novedad en el último día de entrenamiento de Lopetegui antes de ser despedido. Desde su regreso al grupo, el lateral madridista ha trabajado a destajo. Sobre el césped y con trabajo invisible, en sesiones de gimnasio.
Y está listo para reaparecer. El 20 de junio se alcanzarán 25 días sin competir, un factor que debe decidir Hierro si es clave o pasa a un segundo plano. Irán exigirá menos defensivamente que Portugal.
El cuerpo técnico que encabezaba Lopetegui tenía que poner freno, como él mismo reconoció, al ímpetu de Carvajal. Quería dar dos pasos sin haber completado el primero. Reaparecer ante Irán o hacerlo contra Marruecos es una decisión que debe tomar Hierro. n

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