La afición céltica pone su foco en el club hispalense, el Barça navega entre dudas y el Atlético espera por Vitolo
La Liga comienza con gran parte del país casi más pendiente de la trayectoria de Neymar fuera del Barça, asimilando que esta será la primera temporada sin Villar, pensando qué hará el Madrid sin los goles de Morata, ahora en la Premier... pero para el aficionado céltico la cuestión no va más allá de la penísula ibérica. El foco comparativo, inevitable, se localiza en la Giralda y su nuevo tridente (Berizzo con Krohn-Dehli y Nolito), en Augusto Fernández y el Atlético de Madrid o en el rendimiento de Denis Suárez en esa incógnita que se ha dado en llamar FC Barcelona.
Que el Real Madrid es el enemigo a batir después del absolutismo implantado en los últimos tiempos por el Barcelona se hizo realidad incuestionable este miércoles con el título de la Supercopa, por si a alguien le entrase alguna duda sobre la capacidad de los de Zidane para defender su cetro. Y eso con apenas dos refuerzos, el defensa Theo Hernández y Dani Ceballos.
El ruido de Neymar, Morata o Villar se apagará en el exacto momento que el balón entre en juego de forma oficial. Es el conjunto de Zinedine Zidane, reciente ganador también de la Supercopa de Europa, el rival a batir. El mercado se cierra el 1 de septiembre y hasta ahí todavía cabe espacio para nuevos acuerdos locos posteriores a la operación Neymar, que ha llevado a una grosera inflación de las contrataciones posteriores cuyos efectos se pagarán a la larga.
El Barcelona es el principal damnificado. Ansioso por paliar el adiós de la estrella y de satisfacer a una decepcionada afición se topa con una negativa tras otra. El conjunto azulgrana, que cerró el pasado ejercicio con el título de Copa como consuelo, no ha podido lograr hasta ahora los refuerzos soñados. El adiós de Neymar debilita el potencial de un nuevo proyecto liderado por Ernesto Valverde, el flamante entrenador. El defensa Nelson Semedo, ya cuestionado sin empezar el campeonato, y el regreso de Gerard Deulofeu son las caras nuevas en el plantel, aunque llegarán más a última hora.
El Atlético, con Augusto ya recuperado, juega dos fases: la primera hasta diciembre sin 'Vitolo', en el Las Palmas mientras los colchoneros no pueden fichar por la sanción de la UEFA, y la segunda con el canario a partir de enero en un equipo en el que Diego Pablo Simeone sigue siendo su principal activo y el equipo juega de m,emoria sus conceptos.
El Sevilla intenta sobrevivir a la marcha de Vitolo mientras el celtismo se pregunta hasta dónde llegará Berizzo al mando de un equipo con aspiraciones continuadas. Como siempre, las salidas han sido muchas, retornando Ever Banega y Jesús Navas en compañía del excéltico Nolito, que regresa al fútbol español y no al Celta, donde se le idolatraba.
El Villarreal y la Real Sociedad, representantes en la Liga Europa que pretende también el Athletic desde la fase previa, son a priori dos equipos para la zona noble, mientras que el Valencia, con Santi Mina y Rodrigo, de indudable y querido pasado vigués, y Orellana, tiene el equipo todavía sin armar.
Tanto el Málaga como el Deportivo confían en la mejoría que evidenciaron con la llegada en curso de Míchel y de Pepe Mel, respectivamente, que aspiran a evitar los agobios de hace unos meses. El cuadro coruñés seguirá siendo inevitable referencia en el duelo particular con los de Juan Carlos Unzué, pues la rivalidad autonómica es cosa de no olvidar. Y, además, justifica una temporada.
