El cangués de España expresó que en el Mundial "habrá momentos para los dos porteros"
El portero Rodrigo Corrales acudió ayer al acto de despedida de la selección española celebrado en el Consejo Superior de Deportes antes de afrontar a partir de mañana el Campeonato del Mundo con el primer partido ante Bahrein (20:30). El jugador cangués comparte la portería con Gonzalo Pérez de Vargas en un equipo que aspira al título tras conquistar el Europeo hace menos de un año.
"Somos un equipo de referencia ahora y, seguramente, muchos nos quieren evitar como también queremos evitar a otros como Alemania, Dinamarca o Francia", explica el guardameta del Morrazo, que analiza la primera fase de la siguiente forma: "En el grupo ya tenemos a Croacia, que nos eliminó del último Mundial hace dos años por un gol de diferencia, y después Macedonia e Islandia,que no tienen tanto cartel de favoritos, pero con una selección corta son muy fuertes en los primeros partidos y ya dieron sorpresas. Tenemos que ir poco a poco, pasar el primer grupo y hacerlo con victorias para llegar con el máximo de puntos a la 'maind round'. Ahí ya te vas a encontrar a Alemania, una anfritriona, y Francia, que siempre es candidata".
El palmarés indica que de las últimas cinco ediciones, el combinado galo se impuso en cuatro de ellas, por el triunfo español en 2013 en Barcelona. Sí se alternan más las posiciones en el podio y Corrales expresa que "vamos con confianza y sabiendo que si estamos bien podemos ganarle a cualquiera, pero también sabemos que nuestra selección depende mucho del juego colectivo, del grupo, y si no estamos al máximo, nos puede ganar cualquiera. Dependemos más del colectivo que de las individualidades. Precisamos que todas las piezas funcionen a la perfección porque, a nivel individual, no disponemos de los jugadores tan desequilibrantes como pueden tener Francia, Alemania, Dinamarca o Croacia".
De hecho, el equipo dirigido por Jordi Ribera se impuso en el Europeo de enero de 2018 con un bloque sólido y apoyado en un gran rendimiento defensivo y de la portería, tanto de Corrales como de Gonzalo Pérez de Vargas y, cuando éste se lesionó, llegó Arpad Sterbik para ayudar en la final. El morracense añadió que "siempre nos hemos caracterizado por defender bien y es lo que buscamos. Quizás destacamos en ese aspecto porque en ataque tenemos por características físicas desventajas respecto a otros equipos. No somos especialmente grandes en defensa, pero tenemos una forma de hacerlo más viva, con anticipación y, no sé si más inteligente, pero sí algo más lista. Somos pillos. Nos permite robar balones y encajar menos goles. Otros igual tienen más centímetros, pero no tanta eficacia".
Si en balonmano la figura de los guardametas es relevante, en una selección como la española, que se caracteriza por la solidez atrás y la velocidad en ataque, todavía lo es más. "Tanto Gonzalo Pérez de Vargas como yo llevamos unos cuantos años en clubs donde la responsabilidad es muy alta. En la selección también lo es y que la portería alcance un gran nivel, acerca mucho más a los objetivos. Es algo evidente, tenemos que estar preparados para ayudar y, cuando no haya momentos lúcidos, poder recuperar y sacar balones atrás para poder correr y adquirir confianza. En este equipo la portería es muy importante y esperamos seguir con este nivel y hacerlo lo mejor posible", explicó al portero.
Eso sí, lo que supone una dificultad para cualquier entrenador es escoger entre dos guardametas cuando dispone de uno del Barcelona y otro del París Saint Gemain, ambos equipos que aspiran a conquistar la Liga de Campeones. Corrales aclara que "Jordi Ribera nunca nos dice el portero que va a jugar. Él lo dice en la charla antes de calentar. No tenemos pistas ni los días previos. Los dos preparamos las cosas con la intención de jugar y los dos queremos hacerlo. Si no lo haces, apoyas al que está y si después te toca salir estás preparado. Si llegas a la final, son diez partidos que es muy complicado mantener un nivel alto durante tanto tiempo en la portería. Ambos estamos preparados y con ganas y, en una competición tan larga, seguro que vamos a tener oportunidades y nuestros momentos".
Despedida en el Consejo Superior de Deportes
La selección española de balonmano se despidió ayer con destino a Alemania, sede junto a Dinamarca del Campeonato del Mundo que comienza hoy, con "ganas", "ilusión" y "ambición" en su doble propósito de ganar el oro y asegurarse una plaza en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El capitán de los Hispanos, Raúl Entrerríos, reconoció durante el acto celebrado en la sede del Comité Olímpico Español que el grupo es conocedor de la importancia que tiene esta cita, ya que la victoria garantizaría su presencia en el próximo evento olímpico.
