La Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol aprobó ayer el reparto de los ingresos televisivos procedentes de la Copa el Rey, la Supercopa de España y del 1% del Real Decreto 5/2015 de venta centralizada de Primera y Segunda, destinados a los clubes no profesionales.
El reparto, expuesto por el presidente y tesorero de la RFEF Juan Luis Larrea -nombrado el martes, en sustitución de Ángel María Villar- se aprobó con 81 votos a favor, uno en contra y cinco abstenciones; después de que el presidente de la Comisión de clubes de Segunda B y Tercera (ProLiga), el opositor a Villar Óscar Garvín, cambiara su voto de negativo a positivo tras realizar varias preguntas. Según explicó Larrea, la Federación destinará "íntegramente" los ingresos obtenidos por los derechos audiovisuales de la Supercopa de España y la Copa del Rey al desarrollo del fútbol aficionado.
Estos ingresos ascienden a 29,6 millones, que comprenden la suma de 15,6 millones de euros (de los cuales 3 corresponden a la final de la Copa del Rey, 4 a la Supercopa, 4,8 al convenio de fútbol base y 3,8 al convenio de la Copa del Rey), y otros 14 millones que proceden del uno por ciento de los ingresos totales de la comercialización conjunta de los derechos televisivos de LaLiga, acordados en el Real Decreto 5/2015.
Estos 29,6 millones se reparten directamente a los clubes de cada categoría no profesional, a razón de 60.000 euros por equipo de Segunda B, 27.500 por equipo de Tercera, 6.000 por equipo de División de Honor Juvenil, 2.500 por juvenil de Liga Nacional y también a los clubes del fútbol femenino, fútbol sala y otras competiciones; y además a los equipos de Segunda B y Tercera que accedan a la Copa del Rey en función de las eliminatorias disputadas.
"Comparando, en Segunda B en total se reparte casi el doble, de 5,5 millones a 9,9; y en Tercera de 3 millones a 12 millones. Todo esto gracias a los ingresos del Real Decreto", explicó Larrea.