COPA DEL REY

Las claves del triunfo del Real Madrid en la final

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Victoria importante del conjunto de Ancelotti ante un Barcelona que parece haber agotado su ciclo ganador. 

El Real Madrid conquistó su decimonoveno título de Copa del Rey tras derrotar 2-1 al Barcelona en Mestalla, con claves de su triunfo como el cambio táctico de Carlo Ancelotti, la unión del equipo sin su líder Cristiano Ronaldo, el paso al frente de Isco, la exhibición de Di María y Gareth Bale decisivo.

Las principales claves del triunfo madridista en la final de Copa fueron:

1. El cambio táctico de Ancelotti: cuando parecía que las cartas estaban sobre la mesa en los pulsos entre Ancelotti y el 'Tata' Martino, el técnico madridista sorprendió con un movimiento inesperado y una perfecta lectura del partido. Dos derrotas ante el gran rival le mostraron el camino del éxito. Apostó por Isco Alarcón de entrada, en un mensaje que ya mostraba valentía, pero la sorpresa fue el paso del habitual 4-3-3 a un 4-4-2 con dos líneas juntas que apenas dejaron hueco en defensa, evitaron pases de peligro, la búsqueda de un punto débil del Barcelona atacando con velocidad a sus laterales y aumentando la presencia de delanteros con el paso de Bale a segunda punta para sacar rentabilidad de la zona más mermada del rival por las bajas. El orden y la entrega máxima fueron las primeras piedras en la construcción del triunfo madridista. Ancelotti necesitaba una gran victoria en un duelo directo y lo firmó mostrando su nivel como técnico.

2. Unión ante la adversidad: las lesiones mermaron mucho al Real Madrid. Le privaron de los dos laterales que a buen seguro habrían jugado la final -Arbeloa y Marcelo-, de un centrocampista clave en el equilibrio del equipo como Khedira, el revulsivo de Jesé pero sobre todo su líder, Cristiano Ronaldo. Sin el portugués el resto de la plantilla da un paso al frente en sacrificio y responsabilidad. Asumen que para conseguir el triunfo su trabajo debe subir un escalón y son más solidarios en el esfuerzo. El conjunto madridista fue a una todo el partido. En los minutos que desarmó al Barça en la primera mitad como en los que se defendió con firmeza para hacer daño al contragolpe. La unión fue la clave del éxito.

3. Bale en su papel: ante la ausencia de Cristiano Ronaldo para ganar el Real Madrid necesitaba un futbolista que pusiese el gol en los momentos decisivos. Bale asumió que por el alto precio que pagaron por su traspaso debía asumir la responsabilidad. Sintió que era un gran día en el que estaba obligado a mostrar su mejor nivel. En todo momento lideró el ataque. Fue el jugador que más remató a la portería de Pinto. Tenían orden de disparar al portero habitualmente suplente, hasta que encontró el premio deseado en una exhibición de sus virtudes como futbolista. Su carrera de 58 metros en 8 segundos fue imposible de frenar para Bartra, su gol es el mejor servicio a un equipo y un entrenador que siempre ha confiado ciegamente en él. Ya pocos dudarán de él. Es un jugador llamado a marcar una época.

4. El paso al frente de Isco: mostró tanto descaro en el inicio de su primera temporada en el Real Madrid, sin sentir el peso de la responsabilidad de jugar en un grande, que su progresiva desaparición de los equipos de Ancelotti bajo el argumento de un esquema en el que no tenía cabida, sorprendió. De golpe, el futbolista que cambiaba el sentido del ataque con su magia y que explotaba como nunca su llegada a gol, debía reinventarse para dar más en defensa o no podría jugar. En el 4-3-3 su nueva ubicación sería en el centro del campo y ahí el sacrificio necesario es mayor. En la final demostró que los buenos jugadores se adaptan a todo. Jugó en banda, brilló en cada acción ofensivo y realizó un gran trabajo defensivo. Dio al paso al frente que le pedía su entrenador.

5. Ayudas para frenar a Messi: el sistema de ayudas defensivas del Real Madrid fue para poner en vídeo en las escuelas de fútbol. Los momentos de sufrimiento llegaron por su banda derecha pero la forma de sacar a relucir la peor cara de Leo Messi muestra la compenetración perfecta de los centrales Pepe y Sergio Ramos, la importancia de frenar un estilo y que el único gol del Barça llegase a balón parado se explica por el sacrificio de Xabi Alonso cuando no tuvo el balón, el desgaste de Di María, la profesionalidad de Isco y las ayudas atrás de Bale. Sólo así el Real Madrid podía salir airoso del duelo, subiendo la intensidad de su presión.

6. El santo de Iker: siempre le acompaña en las grandes citas, Casillas. Ha ganado nueve finales de doce disputadas en su carrera. Son esos días donde rescata una de sus paradas salvadoras, que en Mestalla no tuvo oportunidad de hacer, o su eterna alianza con los postes. Cuando el espectáculo se cerraba, Neymar le encaró, se encontró huecos tapados por Casillas y su disparo se estrelló en la madera. Iker ha disfrutado como nunca de la Copa del Rey. Es la primera vez que la jugó completa y solo encajó un tanto en nueve partidos. Le sirvió para firmar un nuevo récord y ser el único guardameta en la historia de la competición que está mil minutos sin ser batido. Por su situación y la rotación de competiciones con Diego López, los títulos ahora tienen un sabor especial para el capitán.

7. Nueva exhibición de Di María: el argentino pasó de enfrentarse al público del Bernabéu, con un "acomodamiento" de sus partes como respuesta a unos silbidos, a liderar de nuevo al Real Madrid. La mano de Ancelotti sirvió para poner paz donde se creaba un conflicto y Di María respondió a sus críticos aumentando una dosis más su tremendo esfuerzo físico de cada partido y aderezándolo con mayor porcentaje de acierto en la zona del campo donde se hace daño al rival. Se acopló al centro del campo cuando entendió que Bale era intocable y debía jugar en una nueva posición. Sin Cristiano, de regreso a su lugar preferido, dejó una nueva exhibición en banda. Marcó el tanto que abrió la final y desequilibró siempre, contagiando a su equipo de su ritmo eléctrico y mostrando que es un futbolista imprescindible para alcanzar el éxito esta temporada.

8. Una afición entregada: las finales de Copa del Rey siempre son la gran fiesta del fútbol español cada temporada. Una ciudad dividida en dos bandos. El madridista disfrutó junto al cauce del río Turia de un día grande, convencidos del triunfo de su equipo pese a la ausencia de Cristiano. Escoltaron el autobús de sus jugadores desde el hotel a Mestalla, pasando por la zona de las carpas donde miles de madridistas lanzaban sin cesar cánticos de aliento. Desde una hora antes del inicio ya sonaban dentro del estadio. Las ganas de títulos empujaron a alentar hasta el final, hasta en los momentos en los que llegaron dudas con su equipo encerrado tras ver como le empataban. Disfrutaron a lo grande de la fiesta, empujaron a sus jugadores y desearon que sea el primer título de los tres a los que aspiran. Muchos ven que la 'Décima' Copa de Europa ahora si está en camino. 

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