La táctica de Ancelotti, el sacrificio defensivo y Bale decidieron el triunfo del Real Madrid
El Real Madrid conquistó el miércoles su décimo noveno título de Copa del Rey tras derrotar 2-1 al Barcelona en Mestalla. Entre las claves de su triunfo estuvieron el cambio táctico de Ancelotti, la unión del equipo sin Cristiano, el paso al frente de Isco o la exhibición de Di María y Gareth Bale.
El cambio táctico de Ancelotti
Cuando parecía que las cartas estaban sobre la mesa en los pulsos entre Ancelotti y Martino, el italiano sorprendió con un movimiento inesperado y una perfecta lectura del partido. Pasó del habitual 4-3-3 a un 4-4-2 con dos líneas juntas que apenas dejaron hueco en defensa y evitaron pases de peligro. Además, buscó el punto débil del Barça atacando con velocidad a sus laterales y aumentando la presencia de delanteros con el paso de Bale a segunda punta.
Unión ante la adversidad
Las lesiones mermaron mucho al Real Madrid. Le privaron de jugadores como Arbeloa, Marcelo, Khedira, Jesé y, sobre todo, Cristiano Ronaldo. Sin el portugués, el resto de la plantilla dio un paso al frente en sacrificio y responsabilidad. La unión fue la clave del éxito.
Bale, en su papel
Ante la ausencia de Cristiano, Bale asumió la responsabilidad. Sintió que era un gran día en el que estaba obligado a mostrar su mejor nivel. Sintió que era su gran día, lideró el ataque y fue el jugador que más remató a la portería de Pinto hasta que encontró el premio en una exhibición de sus virtudes como futbolista con una carrera de 58 metros en 8 segundos.
El paso al frente de Isco
Demostró que los buenos jugadores se adaptan a todo. Jugó en banda, brilló en cada acción ofensiva y realizó un gran trabajo defensivo. Dio al paso al frente que se le pedía.
Ayudas para frenar a Messi
El sistema de ayudas defensivas del Real Madrid fue para poner en vídeo en las escuelas de fútbol. La compenetración de Pepe y Sergio Ramos para frenar a Messi, el sacrificio de Xabi Alonso o el desgaste de Di María resultaron vitales. Sólo aumentando la presión podía salir airoso el Madrid.
El santo de Iker
Casillas ha ganado nueve finales de doce disputadas en su carrera. Son esos días donde rescata alguna de sus paradas salvadoras o su eterna alianza con los postes. Cuando el espectáculo se cerraba, Neymar le encaró, se encontró huecos tapados por el portero merangue y su disparo se estrelló en la madera.
Nueva exhibición de Di María
Esta temporada, el argentino se acopló al centro del campo cuando entendió que Bale era intocable y debía jugar en una nueva posición. En la final de Mestalla, sin Cristiano, regresó a su lugar preferido y dejó una nueva exhibición en banda. Marcó el primer gol y desequilibró siempre, contagiando a su equipo de su ritmo frenético.
Una afición entregada
Las finales de Copa del Rey son la gran fiesta del fútbol español cada temporada. Una ciudad dividida en dos bandos. El madridista disfrutó junto al cauce del río Turia de un día grande, convencido del triunfo de su equipo pese a la ausencia de Cristiano. Disfrutaron a lo grande de la fiesta y, ahora, muchos ven que la 'Décima' Copa de Europa sí está en camino.
