gimnasia rítmica

Carolina, adiós en "el mejor momento"

Carolina Rodríguez, ayer en León.
photo_camera Carolina Rodríguez, ayer en León.

"El mejor momento es ahora". Fue la escueta confirmación de la gimnasta Carolina Rodríguez sobre su adiós a un deporte al que le ha dedicado más de dos décadas y que abandona después de su segundo diploma olímpico, el primero en la competición individual.


Por eso, ayer, acompañada de su entrenadora de toda su vida, Ruth Fernández –quien le hizo recapacitar para retomar su carrera tras un prematuro abandono y que le ha hecho exprimir mejor sus virtudes– pero también de la que se presume su sucesora, Sara Llana, compareció con una inusitada expectación mediática.
La deportista negó sentirse triste, porque lo ha dado "todo" en su reciente participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. De hecho, en esta cita olímpica ha superado "las expectativas más ambiciosas que podía esperar", cuando además ha llegado a disputar su primera final olímpica para concluir en una más que honrosa octava posición.
Carolina Rodríguez, que reconoció haber pasado dos semanas previas a los Juegos Olímpicos "con una enorme tensión", tuvo palabras de agradecimiento para todos los que le han ayudado, los responsables del Centro de Alto Rendimiento (CAR), que han puesto a su disposición unas condiciones inigualables, como por supuesto para su entrenadora, con la que ha compartido todo desde los 7 años.
Ahora le tocará "descansar, desconectar y reflexionar, porque cuando tocaba competir tenía que hacerlo independientemente de lo que sintiera". De cara al futuro, se ve alejada de la alta competición "porque es muy duro y aunque no sea por falta de ganas" o por verse "en línea ascendente", su cuerpo pide "descanso" y "tranquilidad".
Tiene claro que resultaría toda una proeza seguir ampliando una trayectoria ya de por sí dilatada, ya que ha cumplido la treintena y es la más veterana en la élite internacional: "Tengo mis canas, tendría que pasar por chapa y pintura y ya he tenido dos cirugías, cuando además las lesiones son de las que complican el día a día".
A pesar de todo ha dicho sentir "un espíritu interior joven" y cuando sale a competir lo hace "como una gimnasta de 17 años, porque el secreto está en cuidarse, tener claros los objetivos y pasión por lo que haces", insistió la veterana gimnasta leonesa, que aseguró que en Brasil pudo sentirse "como en casa, porque el cariño del público ha sido bestial".n

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