El equipo de Luis Enrique gana el derbi contra el Espanyol y ve un poco más cerca el título
Dos goles en una buena primera parte, uno de Neymar y otro de Messi, permitieron al Barça sumar la victoria en el campo del Espanyol en uno de los partidos más complicados que le quedaban como visitante en este final de temporada.
A pesar de jugar con diez desde el minuto 54 por expulsión de Jordi Alba, los de Luis Enrique no tuvieron ningún problema para mantener el liderato en un partido que jugaron con mucha solvencia.
Sabía el Barça lo que se jugaba ayer, seguramente en el territorio más hostil que puede encontrarse. No podían ganar la Liga, pero sí la podían perder y por eso jugaron con la máxima intensidad posible desde el inicio. La primera media hora de los azulgranas fue primorosa ante un rival que perseguía el balón como si fuera una sombra.
Las ocasiones se sucedieron ante la portería de un desconcertado equipo blanquiazul. Al primer toque, el Barça controló cada segundo del partido y cada centímetro del terreno de juego. Cuando el Espanyol quiso darse cuenta, el Barça ya ganaba por 0-2.
La primera oportunidad la tuvo Neymar en el minuto 2. Messi estaba omnipresente e Iniesta se sentía bien. El Barça funcionó como un reloj. Luis Suárez, en el minuto 5, obligó a Casilla a intervenir y en el 11, Neymar no estuvo acertado en otra buena aproximación.
La inercia del partido indicaba que el gol del Barça no tardaría y llegó en el minuto 17 después de una gran acción colectiva. Messi inició la superioridad con un pase en diagonal a la izquierda sobre Alba, con un movimiento sutil Suárez dejó pasar el balón y Neymar marcó a puerta vacía.
Los locales, en estado de 'shock', eran incapaces de sobreponerse al juego de los azulgranas, que, muy cómodos, cada vez creían más en su fútbol. Sin recursos, el equipo de Sergio González cedía cada vez más terreno. Antes de la media hora, el porcentaje de posesión era escandaloso (20-80) y las ocasiones se sucedían en el arco 'periquito'.
El 0-2 llegó en una protestada acción por los locales. Luis Suárez, en posición dudosa, sirvió a Messi en el segundo palo y el argentino prácticamente decidió el partido.
A partir de entonces, con orgullo, el Espanyol buscó el balón y lo tuvo algo más, pero sin llegar a rematar a la puerta azulgrana. Si faltaban emociones, entre Alba y Mateu Lahoz regeneraron el espectáculo. El lateral protestó una acción, fue amonestado con amarilla, continuó con sus protestas y fue expulsado en el minuto 54, pero jugar con diez tampoco fue un problema para los de Luis Enrique.
Espanyol:
Kiko Casilla; Arbilla, Álvaro, Moreno, Duarte; Lucas, Abraham (Salva Sevilla, min. 61), Cañas, Víctor Álvarez (Montañés, min. 74); Sergio García y Caicedo (Stuani, min. 70).
Barcelona:
Bravo; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Iniesta (Xavi, min. 87), Rafinha (Mathieu, min. 64); Messi, Suárez (Rakitic, min. 80) y Neymar.
Goles:
0-1, min. 17: Neymar; 0-2, min. 23: Messi.
Árbitro:
Mateu Lahoz (alenciano). Amonestó a Sergio García, Álvaro, Arbilla, Lucas, Cañas y Busquets. Expulsó a Jordi Alba (min. 54) y a Moreno (min. 91).
Incidencias:
Partido disputado en el Power8stadium ante 30.253 espectadores.
