El Athletic Club viajó ayer a Bielorrusia con la obligación de cambiar el decaído estado de ánimo al que le han llevado tres malos resultados en Liga y a intentar ganar al Bate en el nuevo Borisov Arena (20:45, C+LC) para mantener intactas las opciones de estar en octavos de final de la Liga de Campeones.
Al equipo bilbaíno le ha hecho mucho daño la última semana y media, ya que tres partidos consecutivos en Liga en los que esperaba hacer el pleno o acercarse mucho al máximo de nueve puntos, frente a Granada, Rayo y Eibar, apenas si ha sumado uno y se ha quedado varado en la parte baja de la tabla.
Además, los de Ernesto Valverde no pasaron del empate sin goles contra Shakhtar Donetsk en la primera jornada del Grupo H de la Chamopions League.
Un síntoma de como le van las cosas a los de Valverde es el descarte de Borja Viguera de la convocatoria para Borisov.
El máximo goleador del pasado año en Segunda ha sufrido, como les ha pasado a otros que buscan un hueco en el bloque de confianza de su técnico (Morán, Unai López), las consecuencias de un mal partido como titular saliendo de la citación del siguiente.
Ese descarte parece avanzar la intención de Valverde de volver a su bloque titular. Un once castigado por el calendario pero que goza de su mayor confianza.
Bate Borisov: Chérnik; Mladenovic, Poliakov, Filipenko, Khagush; Volodko, Pawlaw, Hardzeichuk; Aleksíyevich, Signevich; y Rodiónov.
Athletic: Iraizoz; De Marcos, Gurpegui, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Beñat, Rico; Susaeta, Muniain y Aduriz.
