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Asensio y Lucas, piezas decisivas

Carvajal y Lucas Vázquez.
photo_camera Carvajal y Lucas Vázquez.

La apuesta de Zinedine Zidane por Lucas Vázquez y Marco Asensio cambió el rumbo del Real Madrid en la Liga de Campeones camino de su tercera final consecutiva, claves en momentos decisivos de las eliminatorias, sumándose al papel estelar de Cristiano Ronaldo, autor de la mitad de los goles de su equipo.
Cuando una temporada más parecía la 'Champions' de Cristiano, marcando en todos los partidos de la competición hasta la llegada de las semifinales y a puertas de su propio récord con 15 dianas, Zidane dio paso a dos invitados inesperados que acabaron siendo claves.
La pérdida progresiva de protagonismo del galés Gareth Bale contrastó con el momento de una pareja inseparable: Lucas y Asensio. Su entrada en escena en el primer momento de duda en el torneo, cuando el PSG brillaba en el Santiago Bernabéu y sacaba un valioso empate, volteó todo. Era el minuto 79 cuando entraban al campo por Casemiro e Isco en un movimiento táctico de Zidane que daba sus frutos. La frescura y velocidad de ambos en bandas, encerraron al rival y provocaron situaciones de ataque que acabaron en dos goles que nacieron de las botas de Asensio.
Fue tal la importancia de los dos jugadores, que Zidane les abrió la puerta de la titularidad en París y su Real Madrid volvió a funcionar. De nuevo un 4-4-2 para jugar con extremos, ayudas defensivas vitales, y ese día sacrificando a Modric y Kroos. Un nuevo triunfo que jugaba en favor de la pareja que había cambiado el rumbo en la competición en la que estaban depositadas todas las esperanzas.
En la Liga de Campeones del sufrimiento como local que ha protagonizado el Real Madrid, se vio obligado Zidane a recurrir de nuevo a sus agitadores. Todo parecía sentenciado en cuartos de final tras la exhibición de músculo de Turín, cuando el Juventus sacó el orgullo en el Bernabéu y sumado a los miedos madridistas tras ver caer al Barcelona en Roma con una amplia ventaja de la ida, provocó que todo se igualase ante el estupor general.
No esperó el técnico francés. Nada funcionaba como quería. Al descanso fuera Casemiro y Bale. Los galones no existían y sí el premio al momento. Lucas acababa siendo decisivo en el minuto 93. Estaba en la zona justa donde caería el balón para marcar el tanto del triunfo, cuando fue derribado por la espalda por Benatia. Cristiano hizo el resto.
Parece difícil que entren en el once inicial de la final, pero lo que es seguro es que les espera un papel por cumplir ante el Liverpool. n

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