500 millas de indianápolis

Alonso rompe y Sato vence

Fernando Alonso abandona su coche tras romper el motor a falta de 21 vueltas para completar el trazado de Indianápolis.
photo_camera Fernando Alonso abandona su coche tras romper el motor a falta de 21 vueltas para completar el trazado de Indianápolis.

El piloto español tuvo que abandonar a 21 vueltas para el final y su compañero japonés logró su primer triunfo

Fernando Alonso, doble campeón del mundo de Fórmula 1, rompió el motor Honda de su monoplaza a falta de 21 vueltas para la conclusión de las 500 Millas de Indianápolis, pero fue vengado por su compañero de equipo, el japonés Takuma Sato (Andretti Autosport), que se proclamó campeón por primera vez.
Fue una carrera de supervivencia, una especie de 'Mad Max' tan loco, accidentado y caótico como adictivo y electrizante, donde Sato, el primer japonés que gana esta competición, se impuso en un final de infarto al brasileño Helio Castroneves (Team Penske) y al debutante Ed Jones (Dale Coyne Racing), británico nacido en Dubai.
Oriol Servia, por su parte, sufrió un accidente a falta de 17 vueltas para la finalización de la carrera, cuando se encontraba entre los primeros puestos.
Antes del infortunio con el motor, y ya entrando en la recta final, Alonso pasó gran parte del tiempo agazapado en la novena plaza mientras veía cómo la estrategia sonreía a los rivales en cabeza, que aprovecharon para repostar tras un problema mecánico de Charlie Kimball que obligó a sacar las banderas amarillas.
Alonso, entrando en las últimas 30 vueltas, apretó como él sabe, se volvió más agresivo y buscó cualquier resquicio para subir en la clasificación, pero se topó de nuevo con la mala suerte después de haber demostrado toda su clase e inteligencia pilotando el coche.
El asturiano ocupaba la cuarta plaza tras superar las primeras 100 vueltas al circuito, el ecuador de la carrera, sólo por detrás del brasileño Helio Castroneves y los estadounidenses Hunter-Reay y Alexander Rossi, todos ellos campeones en alguna ocasión de esta carrera.
El ovetense, que partía desde la quinta plaza, lideraba la carrera tras las primeras 55 vueltas, momento en el que el espectacular accidente protagonizado por Scott Dixon, que vio cómo su monoplaza volaba por los aires tras chocar con Jay Howard, detuvo la carrera.
El neozelandés terminó con su monoplaza completamente destruido y en llamas tras chocar con el del británico Jay Howard.
Dixon, que partía desde la primera plaza, no pudo evitar el choque con Howard, que se le cruzó en la pista tras impactar contra el muro. El golpe hizo que su monoplaza volara por los aires y fuera a parar directamente contra el muro interior. Afortunadamente, abandonó el coche por su propio pie.
Alonso, muy paciente durante toda la carrera, protagonizó una mala salida que le hizo bajar cuatro puestos hasta la novena plaza de inicio, en tanto que el brasileño Tony Kanaan (DHL Honda) se erigía a la primera posición.
Sin embargo, aprovechando el rebufo de los monoplazas que le precedían, no tardó en recuperar posiciones y se lanzó a adelantar a Takuma Sato, Will Powers, Marco Andretti, Hildebrand y Nixon.
El momento estrella llegó poco después, en la vuelta 36, cuando Alonso se colocó líder, algo que no ocurría en una carrera desde el 27 de julio de 2014, en el Gran Premio de Hungría. Ese momento fue recibido con fervor por los más de 350.000 espectadores que se dieron cita en Indianápolis, que ya sueña con volver a ver al español en el futuro próximo. 

Alonso bebió leche pese a no ganar
 

Fernando Alonso se despidió de los periodistas agradeciendo su presencia y bebiendo de un cartón de leche, una tradición reservada a los campeones de la carrera. "Sé que no he ganado, pero me encanta la leche", dijo el español, que fue aplaudido por los medios de comunicación tras ese gesto. "Nos vemos en Austin", añadió. El asturiano destacó que "he llegado a liderar la carrera. Fue genial. Vi el número 29 –de su coche– en lo más alto de la clasificación y pensé: 'Espero que hayan sacado una foto de ese momento porque la quiero en casa". Por último, felicitó al ganador, Takuma Sato.

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