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Y la moneda cayó de canto

La lluvia cayó con fuerza ayer en Sevilla, sobre todo durante la segunda parte del partido entre Celta y Betis en el Benito Villamarín.
photo_camera La lluvia cayó con fuerza ayer en Sevilla, sobre todo durante la segunda parte del partido entre Celta y Betis en el Benito Villamarín.

El Celta desperdicia su buen inicio y empata en casa del Betis un partido con alternativas para ambos equipos

Celta y Betis están entre los equipos más goleados de la Liga y ayer demostraron por qué. Los ataques se impusieron a las defensas en un partido con continuas alternativas. Los vigueses empezaron mejor y se adelantaron en el marcador por medio de Iago Aspas, pero el Betis se repuso y le dio la vuelta al encuentro. Mandó con el 2-1, que empató (una vez más) Aspas, y volvió a mandar con el 3-2, que se encargó de igualar Roncaglia en los últimos minutos de un choque pasado por agua en el que unos y otros hicieron méritos para ganar y deméritos para perder. Pero la moneda lanzada al aire cayó de canto y el duelo se saldó con unas tablas que hicieron justicia.
Eduardo Berizzo respondió a la defensa de cinco planteada por Víctor Sánchez del Amo con un centro del campo más poblado de lo habitual y dos hombres en punta. Radoja, Marcelo Díaz, Pablo Hernández y Wass compartieron medular, con Aspas como referente en punta y Bongonda escorado a la banda izquierda. Y fue precisamente en el centro del campo donde nació el dominio de los vigueses en la primera media hora de partido. Pocas veces en lo que va de temporada ha jugado el Celta con tanta fluidez, con tanto criterio y tanta precisión en el manejo del balón. El Betis se mostraba impotente ante la superioridad del conjunto vigués, que al cuarto de hora encontró el premio a su buen fútbol en una acción en la que el balón se paseó dos veces por el área pequeña del Betis. La primera muestra de que la defensa no es el punto fuerte de los sevillanos, como tampoco lo es de los pupilos del 'Toto' Berizzo.
La jugada del 0-1 nació en la banda izquierda con un buen pase de Théo Bongonda –de nuevo notable ayer– fue recogido en la derecha por Daniel Wass, cuyo servicio al segundo palo fue empujado a gol por Iago Aspas, más despierto que la estática zaga bética. 
Tardó en reaccionar el cuadro local pese al 0-1. El balón seguía siendo del Celta y Théo y Iago eran una amenaza constante, aunque fue Wass quien volvió a probar a Adán con un disparo desde la frontal que atajó en segunda instancia.
El Betis respondía con desesperación, protestando cada tarjeta mostrada por Sánchez Martínez a los de verdiblanco y cada una que no enseñaba a los de celeste. La rabia llevó a los sevillanos a aumentar su intensidad, circunstancia que le permitió equiparar fuerzas con el Celta e incluso superar a su rival en la recta final del primer tiempo, en la que llegó el gol del empate. En una acción sin peligro aparente casi en la frontal del área, Fontás cayó sobre Petros y el colegiado señaló el punto de penalti. Rubén Castro engañó a Rubén Blanco y empató con un lanzamiento por el medio de la portería.
El Celta había desperdiciado su gran inicio de partido, pero lo peor estaba por llegar. El Betis se hizo con el mando del encuentro tras el paso por vestuario. La presión de los andaluces funcionaba y ya no quedaba ni rastro del dominante centro del campo de los vigueses, incapaces ahora de retener el balón en sus botas. El vendaval bético en los primeros compases de la reanudación se tradujo en tres ocasiones consecutivas en el área celeste. Rubén Castro culminó la primera con un remate al palo, Durmisi disparó desviado en la segunda y Sanabria puso al Betis por delante en la tercera, tras aprovechar un buen servicio de Castro, regatear a Rubén y rematar al fondo de las mallas con Cabral entre palos.
Un minuto antes de que los sevillanos hiciesen el 2-1, Berizzo ya había dado entrada a Orellana, que reaparecía con el objetivo de aportar luz al fútbol del Celta. Y el chileno lo consiguió. Poco a poco, el conjunto celeste superó el acoso del Betis, volvió a sentirse cómodo con el balón y empató el choque en una acción en la que el menudo futbolista chileno marcó la diferencia con un buen pase a Bongonda, cuya asistencia fue rematada a gol por Iago Aspas, una vez más determinante.
La última media hora fue la más abierta del partido. Los espacios aumentan cuando el cansancio castiga a las piernas y las defensas de Betis y Celta, ya de por sí endebles, lo fueron más todavía. El conjunto andaluz volvió a ponerse por delante en el marcador en una acción a balón parado que cabeceó de manera sobresaliente Pezzella, que ganó en la marca a Cabral. Pudo sentenciar el Betis en una doble ocasión de Rubén Castro y Ceballos, pero no lo hizo y el Celta, ya con Pione y Rossi sobre el terreno de juego, encontró la fuerza necesaria en su búsqueda del empate, que logró en otra acción de estrategia, un saque de esquina botado por Wass y que Roncaglia convirtió en un justo empate.

Betis: 
Adán; Cejudo, Bruno (Rafa Navarro, min. 46), Pezzella, José Carlos, Durmisi; Petros, Donk (Felipe Gutiérrez, min. 70), Dani Ceballos; Sanabria (Joaquín, min. 62) y Rubén Castro.
Celta: 
Rubén Blanco; Roncaglia, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja (Orellana, min. 51), Marcelo Díaz (Pione Sisto, min. 76), Wass, Pablo Hernández; Bongonda (Rossi, min. 83), Iago Aspas.
Goles: 
0-1, m in.14: Iago Aspas; 1-1, min. 40: Rubén Castro, de penalti; 2-1, min.52: Sanabria; 2-2, min. 60: Iago Aspas; 3-2, min.72: Pezzella; 3-3, min. 84: Roncaglia.
Árbitro: 
José María Sánchez Martínez (murciano). Expulsó por doble amonestación al local Petros (min.  92). Mostró tarjeta amarilla a los béticos Donk, Sanabria, Felipe Gutiérrez y Pezzella y al céltico Cabral.
Incidencias: 
Partido correspondiente a la décimo cuarta jornada de Primera División disputado en el Benito Villamarín ante 27.241 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del accidente del avión que trasladaba al equipo brasileño del Chapecoense a Colombia.

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