El pasado mes de diciembre, el Celta encajó en Mestalla una injusta derrota ante el Valencia (2-1) y varios jugadores, sobre todo Hugo Mallo y Iago Aspas, pidieron públicamente que el árbitro del encuentro, el andaluz José Luis Munuera Montero, no volviera a dirigir un partido del conjunto celeste.
Días después, el club vigués anunció una reclamación ante el Comité Técnico de Árbitros para mostrar su disconformidad con las actuaciones del colegiado andaluz y las quejas han surtido efecto. Desde entonces se ha cumplido una vuelta entera sin que Munuera Montero haya sido desginado para arbitrar al Celta.
Y es que este colegiado ha pitado seis veces al equipo vigués y en las seis ocasiones perdieron los célticos, en cuatro de ellas con polémica. La mala relación con Munuera comenzó la temporada pasada, precisamente en el primer partido del árbitro andaluz en Primera División, un Celta-Leganés que terminó 0-1 y en el que el colegiado anuló un gol de Iago Aspas por fuera de juego inexistente. Unas jornadas después, el conjunto celeste perdió en el campo del Eibar (1-0) un partido en el que el Celta reclamó dos penaltis y Munuera mostró la roja a Sergio en el banquillo y a Hugo Mallo al final del encuentro, por lo que fueron castigados con dos y cuatro partidos, respectivamente.
Después de dos derrotas en las que las decisiones del colegiado no influyeron, ante Eibar (0-2) y Alavés (3-1), el Celta cayó en Balaídos ante el Atlético (0-1) y Munuera obvió unas manos de Gabi dentro del área. La gota que colmó el vaso fue el choque de Mestalla, que ganó el Valencia de penalti.
