CELTA

Una vuelta de calvario para Planas

Planas trabajó la semana pasada con el grupo, pero en ésta ya no.
photo_camera Planas trabajó la semana pasada con el grupo, pero en ésta ya no.

El lateral vuelve al trabajo individual y sigue con problemas físicos, que lo han mermado desde la visita a Barcelona

El calvario de Carles Planas parece que sigue sin llegar a su fin. El lateral, que se ha perdido las últimas cinco convocatorias ligueras por un dolor residual tras el esguince de rodilla que sufrió el pasado día de Reyes en el choque copero ante el Athletic, había empezado a trabajar con el grupo ya antes del partido contra el Levante y siguió haciéndolo la pasada semana. Incluso, participó como uno más en el partidillo ante el filial del pasado jueves. Sin embargo, tras el descanso del largo fin de semana, el canterano culé ha vuelto al trabajo en solitario dentro de las instalaciones de A Madroa.
El parte médico mantiene la misma causa para sus problemas físicos y, simplemente, ha pasado de reseñar en observaciones "entrenamiento con el grupo" a "entrenamiento individual". A la espera del regreso de Juan José García Cota, jefe de los galenos celestes que se encuentra estos días con la selección española, se antoja muy complicado que Planas pueda reaparecer en una lista para el encuentro de este fin de semana ante el Barcelona, club en el que se formó y en el que militó hasta que el pasado verano fichó en Vigo.
De no producirse una mejoría, Planas completaría una vuelta en la que los problemas físicos han impedido que adquiera cualquier tipo de ritmo y que lo han relegado a un segundo plano. De hecho, jugó y fue titular en siete de las ocho primeras jornadas y, desde entonces, sólo ha participado en cuatro partidos, dos en el once.
El lateral zurdo comenzó la temporada convenciendo de que su fichaje había sido acertado. El lateral le entró por los ojos a Eduardo Berizzo con prontitud y comenzó de titular dando un buen rendimiento. En ese arranque, sólo se perdió el partido de Elche, aunque ya en la novena jornada ante el Levante se quedó en el banquillo, pues la competencia con Hugo Mallo –que empezó el curso a menor ritmo por la lesión heredada del curso anterior que le impidió hacer una pretemporada normal– y Jonny Castro ya era muy dura. En cualquier caso, por entonces era de los tres el que más encuentros como titular había disputado.
Pero justo en la semana previa a la visita al Barcelona, se le detectó una rotura en el bíceps femoral del muslo derecho –que de hecho ya le había molestado antes del Levante– que lo tuvo fuera del equipo tres partidos. Volvió ante el Eibar para jugar cinco minutos, pero el dúo Mallo-Jonny lo relegó a jugar sólo en Copa en diciembre.
Tras el parón navideño, recuperó titularidad en Sevilla el 3 de enero, con la mala fortuna de ser expulsado a los 21 minutos. Y esa mala suerte fue a más tres días después, cuando en el partido de Copa en Balaídos sufrió el esguince leve en el ligamento lateral externo de su rodilla izquierda que todavía colea.
De entrada, únicamente se perdió el partido de Liga ante el Valencia y el de vuelta de Copa en Bilbao. Volvió a la lista ante el Espanyol y jugó los 90 minutos ante Getafe y Córdoba –con Mallo lesionado–. Después, de nuevo se quedó en el banquillo contra Real Sociedad y Atlético antes de volver al parte de baja las últimas cinco jornadas. Un calvario de una vuelta.n

Te puede interesar