El siete vigués emigrante

Xavi Díaz (O Rosal, 39 años).
Tomás Moreira (Vigo, 22 años).
Víctor Frade (Vigo, 30 años).
Diego Piñeiro (Vigo, 20 años).
photo_camera Xavi Díaz (O Rosal, 39 años). Tomás Moreira (Vigo, 22 años). Víctor Frade (Vigo, 30 años). Diego Piñeiro (Vigo, 20 años).

Pedro, Piñeiro, Frade, Rial, Xavi Díaz, 'Bicho' y Moreira juegan en Asobal lejos de casa

Son pocos pero dan para un siete interesante, sobre todo en labores defensivas. Porque más allá del Frigoríficos del Morrazo, auténtico baluarte del balonmano gallego no sólo por ser el único club en la máxima categoría sino también por su decidida apuesta por los jugadores de la tierra –de una plantilla de 17, sólo tres no son oriundos de Galicia–, la Liga Asobal cuenta con otros representantes del balonmano de Vigo y comarca. Exactamente siete.

Pedro Rodríguez (Vigo, 24 años). José Manuel Rial (Vigo, 23 años). Roberto Sánchez (Chapela, 24 años).


Los 'vigueses' en la diáspora son el portero Xavi Díaz (Villa de Aranda); los pivotes Diego Piñeiro (Ademar), Víctor Frade (Cuenca) y Tomás Moreira (Villa de Aranda); el lateral José Manuel Rial (Gijón Jovellanos) y los extremos Roberto Sánchez 'Bicho' (Villa de Aranda) y Pedro Rodríguez (La Rioja). En cuanto a gallegos, a estos se podría añadir, incluso, a dos compañeros de Bicho en el Naturhouse: el lalinense Pablo Cacheda y el camariñense Víctor Vigo.
Son los embajadores del balonmano gallego fuera de las fronteras de la autonomía y se engloban en dos grandes grupos: los que salieron de casa muy jóvenes para ingresar en canteras de otros equipos y los que salieron ya con cierta carrera en equipos gallegos. Al primer perfil responden los canteranos del Octavio Pedro Rodríguez y Diego Piñeiro. Al segundo, con muchos matices de edades y experiencia, el resto. Porque entre estos los hay que llegaron a jugar en la máxima categoría en Galicia (Xavi Díaz y Víctor Frade) y los que se fueron habiendo jugado sólo en División de Plata (José Manuel Rial y Tomás Moreira en el Teucro) o incluso en Primera Nacional (Roberto Sánchez en el Chapela).
Este último explica por qué, hace dos temporadas, se decidió a fichar por el conjunto burgalés del Villa de Aranda. "Tenía ofertas de equipos gallegos pero no me convencían, no me valoraban lo suficiente. Llegó desde fuera el Aranda y me dio lo que pedí y, a día de hoy, no me arrepiento en absoluto de haber tomado esa decisión", explica el chapeleiro.
Cuando llegó al equipo de Aranda de Duero, ya le esperaba allí el rosaleiro Xavi Díaz. Y este último verano se les ha unido el joven pivote vigués Tomás Moreira para hacer una pequeña colonia 'viguesa' en Burgos. "Siempre viene bien tener gente de la tierra porque, además, nos conocemos de habernos enfrentado y a veces nos da por recordar anécdotas. Y así podemos hablar gallego de vez en cuando", resume el ex extremo del Chapela. Y hay ventajas más materiales como "compartir los viajes de vuelta a casa".
De los 'siete' vigueses que militan en Asobal fuera de casa, sólo dos afrontan su primer año en un equipo. Es el caso de Rial en Gijón, aunque ya el año pasado militó en La Rioja, y Moreira en Villa de Aranda. El resto dan fe de que dar el paso tiene sus satisfacciones. Bicho expone que "en el primer año sabía que iba pagar la inexperiencia en Asobal y me tocaría aprender. Lo he hecho y en éste espero estar mejor. Estoy contento y en cuanto me propusieron renovar, no me lo pensé".
Igual de "contento" se muestra Víctor Frade en Cuenca. El pivote inicia también su segundo curso, tras su adiós al Octavio, en el Ciudad Encantada, al que llegó con un contrato de un año más otro posible. Su rendimiento ha convencido y ahora espera que surja la posibilidad de renovar según avance la temporada.
Frade explica que tomó la decisión de marcharse porque "de los tres principales clubes gallegos, la única opción era el Frigoríficos porque Octavio y Teucro estaban en una situación no muy allá. Por eso, la única manera de seguir en el balonmano era salir fuera". Eso sí, si las condiciones que ofrecen y la fiabilidad del proyecto convencen. 
Porque, como Frade razona, la causa de que no haya más jugadores gallegos y vigueses por otros equipos es que la crisis económica convirtió en ocasiones la aventura de salir fuera en una desventura. "Una vez tomas la decisión de salir, tiene que ser a un sitio bueno.  Porque si tienes problemas con los cobros, en casa aún tiras pero fuera todo se complica", expone. 
Por suerte, no es la situación del siete vigués en Asobal lejos de casa. Pedro, Diego, Víctor, José Manuel, Xavi, Roberto y Tomás son emigrantes del balonmano.n 

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