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Una vida de balonmano

Isa Bastero jugó las tres últimas temporadas en el Porriño.
photo_camera Isa Bastero jugó las tres últimas temporadas en el Porriño.

Isa Bastero deja el Porriño y se retira tras 16 años en la élite y haber sido internacional

María Isabel Bastero Artos (Vigo, 1981) cambia de vida. Porque deja Vigo, de nuevo, y el Balonmano Porriño, después de tres temporadas vistiendo dicha camiseta. Pero, sobre todo, porque deja el balonmano, deporte que ha sido su vida desde que a los 11 años empezó a jugarlo.
"Me voy por temas personales, no voy a seguir en Vigo y, en principio, dejo el balonmano. Han hablado conmigo un par de equipos pero no me he comprometido con nadie. Dejo el balonmano", apunta. Verbalizar públicamente la decisión es un paso más. "Antes o después tenía que ser. Después de tanto tiempo jugando, el balonmano es tu vida. Pero consideramos que éste era el momento de tomar la decisión", explica.
A lo largo del presente verano se ha hecho a la idea. El Porriño esperaba por su decisión y, una vez conocida, la respeta con el máximo cariño. Y ella, empieza a vivir un día a día sin el entrenamiento como centro de todo. "Después de muchos años, empiezo a descubrir que hay vida más allá del balonmano. Dos meses de vacaciones... Además, me lo tomé al pie de la letra. Antes en julio ya me ponía a correr. Y este año nada", relata entre risas. Aunque, obviamente, "sí que se echa de menos. Imagino que cuando pase el tiempo, cuando lleguen los partidos con el otoño, lo echaré más. Pero en la vida hay que tomar decisiones, hay que priorizar".
Al echar la vista atrás, le cuesta mucho recordar cuándo el balonmano no era parte central de su vida. "Son 16 años en División de Honor. Empecé a jugar a los 11 años, así que son 22 de balonmano. Toda una vida. Todo giraba en torno al balonmano. Para planificar cualquier cosa, tenía que ver cuándo era el entrenamiento", narra. Empezó en el Coutada-Beade y en Sárdoma, para pasar por primera vez por el Porriño antes de irse al Lleida, Roquetas, Elda, Castro y, hace tres años, de nuevo el club porriñés.
Si tiene que hacer balance, se queda con que "todo lo que he conseguido, mucho o poco, lo he hecho con el trabajo, con la ilusión que le ponía. He tenido la suerte de vivir el balonmano en su momento de mayor gloria, ahora que no está pasando por buenos momentos. He tenido la suerte de competir en Europa –dos años con el Elda–. He estado en equipos que no estaban tan bien y he peleado por no descender. Al final, de todo se aprende, de lo bueno y de lo malo. Y he tenido la suerte de tener un poco de todo. No puedo pedir más".
A la hora de elegir su momento predilecto, lo concreta en lo deportivo: "La final de la EHF con el Elda (09/10). Y también, jugando con un equipo como Porriño, que no se piensa que pueda tener tantas aspiraciones, haber llegado dos veces a la Copa de la Reina o clasificarnos para Europa". Ya a nivel personal, los recuerdos positivos se multiplican: "Todo lo aprendido en el día a día, en los viajes, con la gente mayor, con la más joven". Y es categórica: "No me queda ninguna espina clavada. Contenta con todo. He tenido la suerte de llegar a la selección (14 partidos con la absoluta, con la que debutó en 2007). La gente me dice que tal vez haber jugado más, pero he llegado y he probado lo que era".n

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