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La victoria estuvo al alcance de su mano

Sergio se lanza en uno de los múltiples acercamientos del Panathinaikos ayer. Realizó hasta cinco paradas.
photo_camera Sergio se lanza en uno de los múltiples acercamientos del Panathinaikos ayer. Realizó hasta cinco paradas.

Tuvo intervenciones de enorme nivel que permitieron al equipo llegar vivo a la recta final del partido

Llevaba una serie de partidos en los que no se hablaba de él. Buena señal, en la mayoría de las ocasiones, para los porteros, un gremio acostumbrado a ser señalado con inquina a las primeras de cambio. Pero ahí estaba siempre, recuperando una regularidad en el rendimiento un tanto juguetona la pasada temporada. Y ahí estuvo ayer para sostener al equipo en los momentos más delicados. Sus intervenciones claves impidieron al Panathinaikos trasladar al marcador su mejor juego durante buena parte del encuentro de anoche. Gracias a él, la victoria siempre estuvo al alcance de la mano.
Su doble intervención poco antes del descanso ante Ibarbo y Coulibaly (m.37) fue más que meritoria. Primero, el mano a mano con el colombiano, que recordó al     que le ganó también en Cornellá a Leo Baptistao el pasado fin de semana; y a continuación, salvando más con la intuición que con la mirada las piernas que bloqueaban su visión, esa nueva parada salvadora a disparo del jugador de Mali.
Supo fajarse, además, en el juego aéreo del conjunto griego y tras el tanto de Guidetti, todavía tuvo tiempo de volver a ser decisivo al desviar un cabezazo a bocajarro de Ibarbo. Sergio cerró su portería un partido más. Y eso le permitió al equipo volver a ganar.n

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