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Los veteranos de García-Bayón

Carlos Hugo García Bayón y Eusebio Sacristán, durante su etapa como entrenadores del Celta.
photo_camera Carlos Hugo García Bayón y Eusebio Sacristán, durante su etapa como entrenadores del Celta.

El director de la cantera del Celta rememora el salto al primer equipo de Iago Aspas, Hugo Mallo y Álex López

Carlos Hugo García-Bayón ha cerrado el círculo. La importancia que hoy en día tiene la cantera en el Celta no se entiende sin el papel desarrollado por la dupla formada por Eusebio Sacristán y el técnico leonés –como su ayudante– en la segunda parte de la temporada 2008/2009, tras la destitución de Pepe Murcia, y sobre todo en la campaña 2009/2010. Abrieron las puertas del primer equipo a un sinfín de canteranos y sentaron las bases del Celta que, dos años después de su marcha y con un grupo liderado por futbolistas de la casa, ascendió a Primera División. Ha pasado un lustro desde la salida de García-Bayón de Vigo y su regreso como nuevo director del a cantera y en el primer equipo permanecen tres de los jugadores que dieron el salto de la mano de Eusebio y Carlos Hugo: el recién retornado Iago Aspas, Hugo Mallo y Álex López. 
Iago Aspas debutó con el primer equipo del Celta en Salamanca, en la recta final de la temporada 2007/2008, de la mano de Alejandro Menéndez. Pero tras su estreno regresó al filial, del que salió definitivamente gracias a Eusebio y García-Bayón. Resulta imposible olvidar su debut en Balaídos. Fue en la antepenúltima jornada de la campaña 2008/2009, en duelo contra el Alavés con la amenaza del descenso a Segunda B sobrevolando a ambos equipos. Iago saltó al campo en la segunda parte y resolvió el partido con un agónico doblete que otorgó la victoria (2-1) y la permanencia al Celta. Carlos Hugo explica por qué en un choque de tal calibre decidieron apostar por un joven delantero del filial como Aspas, que entonces tenía sólo 21 años. "La presión era muy grande y pesaba en los futbolistas. Era una presión que se sentía. Había miedo en el campo, en el verde y en la grada. Hubo un momento en el que Eusebio y yo vimos que había que hacer algo que nos transmitiera más confianza, porque en el banquillo se palpaba el miedo, y curiosamente la confianza venía de un chico joven y sin experiencia. Sabíamos de su carácter descarado, valiente, que en algunos momentos le jugó malas pasadas pero era lo que necesitábamos, porque además es un jugador muy frío", señala el técnico leonés. "Creímos que era la decisión más correcta a pesar de que teóricamente era la más descabellada, porque sacar a un chaval para debutar en Balaídos en el partido de más presión es justamente lo opuesto a lo que se suele hacer. Pero en este caso, por circunstancias particulares del jugador y porque realmente creíamos que iba a salir bien, optamos por él y la verdad es que fue excepcional. Salió, estrelló un balón en el palo desde fuera del área y nos dio un poco la imagen de lo que iba a hacer. Se puede decir que él cogió la responsabilidad, porque los demás tenían bastante agarrotamiento, y después de ese balón al palo marcó dos goles y salió como un torero, a hombros", añade.
Eusebio y Carlos Hugo apostaron por Iago Aspas a falta de tres partidos para el final del campeonato y después de darle una oportunidad a los jugadores que entonces pertenecían al primer equipo. "En Iago habíamos visto ya ese descaro que tiene, su calidad, y sobre todo un jugador diferente con un carácter especial que le hace tener cosas muy buenas y otras que en algunos momentos generan malas situaciones. Y ese jugador ha evolucionado, ha crecido. Es un futbolista que desequilibra y te da el pase de gol, un jugador muy listo que se mueve muy bien entre líneas cuando ve el espacio libre y ha desarrollado mucho su visión de juego", valora.
En la siguiente campaña (2009/2010), Iago Aspas dio el salto de manera definitiva al primer equipo, pero no fue el único canterano que lo hizo. Eusebio y Carlos Hugo sorprendieron subiendo a Hugo Mallo todavía en edad juvenil y sin haber jugado siquiera en el filial. "Estábamos más asentados en el equipo y la plantilla se estaba haciendo más en consonancia a lo que el club y nosotros queríamos. En pretemporada subimos a unos cuantos chicos porque queríamos apostar por la gente de casa, pero se lo tenían que ganar. Hicieron pretemporada, vimos el nivel que tenían y aunque Hugo venía jugando más de central, creímos que encajaba con nosotros como lateral. Era un chico muy competitivo, concentrado en el juego, y nos dio mucha seguridad. Aparte, venía muy fresco de cabeza, sin ningún vicio, y era moldeable a nuestra forma de jugar. Era una esponja y tuvimos claro que era un jugador interesante que no tenía ni que pasar por el filial", relata el leonés.
Esta temporada también debutaron con el primer equipo jugadores como Yoel, Túñez, Toni o Álex López, que disputó dos partidos a las órdenes de Eusebio después de un curso sobresaliente con el filial. García-Bayón explica la razón que les llevó a ser más cautos con el centrocampista ferrolano. "Álex había sido fichado de Tercera División esa misma temporada y creímos conveniente observarle un poco más en el B. Cuando íbamos a ver al filial si teníamos la oportunidad, o si no por los informes del club, descubrimos a un jugador con personalidad y muchísima llegada. Aquella temporada marcó muchos goles, era un jugador muy interesante, pero teníamos a otros futbolistas en la primera plantilla como Michu, por ejemplo, y esa posición más o menos la teníamos cubierta", señala Carlos Hugo, consciente de la importancia de elegir el momento adecuado: "No hay que acelerar tiempos hasta que tú no veas que puedes compaginar lo que tienes con lo que viene. Ese año en el filial a él le vino excepcional, se cuajó mucho más como futbolista y Paco llegó y le dio la importancia que necesitaba. Creo que los tiempos fueron perfectos. Venía de Tercera, estuvo un año en Segunda B jugando mucho y sintiéndose importante y al año siguiente, ya en el primer equipo. Si hubiera pasado de Tercera directamente a la primera plantilla, quizás su adaptación no hubiera sido la misma. La progresión fue perfecta para él".n

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