Antonio Mohamed asume que la longitud de su plantilla puede generar problemas y que sabe cómo tratarlos
Antonio Mohamed sabe que dispone de demasiados jugadores. De hecho, es una circunstancia sobrevenida que ni él ni el club deseaban. Gestionar 24 futbolistas teniendo que realizar media docena de descartes para cada partido no es plato de buen gusto, pero el técnico argentino lo asume. Primero, se felicita porque los buenos resultados retrasan cualquier conflicto; y después, aclara que si éste se llegase a producir, algo que ve como posible, lo sofocará "con palabras y con hechos". No será su primera vez, advierte.
"Es una posibilidad que puede suceder más adelante. Hoy, los resultados acompañan", expone el técnico celeste cuando se le pregunta al respecto. Y promete más movilidad en el once cuando el calendario empiece a apretarse, algo que sucederá la semana próxima. "Más adelante, cuando juguemos partidos entre semana, veremos si existe la posibilidad de meter a algún jugador que esté cerca de competir para el once", señala.
A Mohamed no le va a tocer el gesto hoy esa posibilidad futura, aunque sea más que probable. "Si algún día veo un foco de conflicto, lo voy a desactivar enseguida. Con comunicación y con palabras o con hechos. Hoy no tengo ese foco de conflicto pero el día que aparezca... Que puede llegar a aparecer. En todos los equipos que he tenido me ha pasado", reconoce.
Porque es consustancial a cualquier vestuario el malestar más o menos pronunciado de los que disponen de menos minutos. Y si son muchos, la posibilidad de contagio se multiplica. Pero Mohamed dice a los suyos que sabían dónde se metían al estar en esta plantilla: "El que vino este año al equipo sabía que iba a haber competencia. Esto genera en los titulares que no bajen la intensidad porque si lo hacen, detrás hay jugadores de nivel que les pueden quitar el puesto. Genera que el equipo tenga que estar a tope todos los partidos y todos los minutos".n
