Alberto Undiano Mallenco protagonizó ayer un pésimo arbitraje en Balaídos, donde cometió errores que perjudicaron a los dos bandos y especialmente al Celta, que vio cómo de nuevo dejaban de pitarle un penalti contra el Valencia, como sucedió en la primera vuelta.
En el minuto 16, Wass se disponía a rematar un buen centro de Pione Sisto y fue derribado por Lato dentro del área. Undiano Mallenco dejó seguir el juego y se ganó la primera bronca de la grada, que ya no le pasó una al árbitro navarro durante el resto del encuentro.
Poco después, en el 22, el Valencia reclamó también penalti en el área céltica por una posible mano de Sergi Gómez. El balón acaba impactando en el brazo del central celeste, pero después de pegar en su pierna, por lo que en esta ocasión el árbitro acertó al no señalar la infracción. Además, Undiano aplicó mal la ley de la ventaja y dejó pasar varias faltas, como la que cometió Vezo sobre Emre Mor en la segunda parte, que pudo costarle la segunda amarilla al lateral valencianista.
