El Celta tuvo más el balón pero pecó de no controlar los conocidos puntos fuertes del rival
El de anoche fue el primer partido de esta temporada liguera en el que el Celta tiene más posesión que su rival. De largo, además. Durante dos tercios del tiempo del encuentro, el balón estuvo en pies célticos (66 y 33%). Sin embargo, al final se produjo la primera derrota celeste del curso. Además, tal circunstancia se produjo ante un equipo entrenado por Eusebio Sacristán, adalid de la posesión a lo largo de su carrera pero que ha sabido adaptarse a sus jugadores. Al final, el técnico pucelano ganó yendo contra su naturaleza pero teniendo fe en su idea, algo que le faltó a Antonio Mohamed tras el descanso, cuando decidió variar su apuesta.
Hasta la fecha, el equipo celeste había demostrado sentirse más resguardado con la defensa de cinco híbrida, con Mallo adelantando o retrasando su posición. En el partido ante el Espanyol, no fue esa la apuesta y se empató. Ayer, se pasó a cuatro atrás y el Girona cerró su victoria. Mostrando, además, puntos fuertes que ya se esperaban, como apuntó anoche tras el partido el portero céltico, Sergio Álvarez. "Nos vamos fastidiados, cuando pierdes es duro. A nadie le gusta y más cuando íbamos en una dinámica tan buena. Concedimos donde ya sabíamos que el Girona era un equipo muy fuerte y muy peligroso: en los centros, en el contrataque y a balón parado. En esas tres facetas nos hicieron un gol. Hay que analizar los errores que cometimos, corregirlos y pensar en el siguiente partido", señaló el de Catoira a los micrófonos de Gol Televisión.
El portero confía en corregir errores de cara a la visita el próximo sábado de un Valladolid que "está demostrando que es un equipo sólido al que es difícil hacer gol. Debemos estar concentrados como no estuvimos hoy a veces en esas transiciones defensivas. Que no nos vuelva a suceder".
Después de dos partidos en que todas las decisiones tácticas fueron acertadas, tras el de Girona habrá que revisar la apuesta. Con posesión o sin ella.n
