Un reto muy económico

Sorprendió en el arranque del verano la apuesta del Celta por Antonio Mohamed, un desconocido a este lado del Atlántico. Una decisión arriesgada en lo deportivo –incluso más que la realizada en su día con Eduardo Berizzo, pues este conocía la casa y contaba con el aprecio previo de la afición– pero beneficiosa en lo económico, según reiteró ayer de nuevo el interesado. Porque el conjunto vigués no se acerca al caché que tenía el argentino en el fútbol mexicano. De hecho, se queda en la mitad.
Es una cuestión, para Mohamed, baladí. Porque a él el Celta le ofrecía cumplir el sueño de entrenar en Europa y de buscar un nuevo reto. Ayer lo explicó, tras comentarlo estos días en la prensa de su país. "Cuando me propusieron venir, lo primero era que me conociesen y que no haya sido un descarte. Mi sueño era estar aquí. Cuando llegué, había dejado mi contrato con Monterrei y el que firmé aquí es la mitad del que tenía allá. Pero a mí eso no me implica nada. Porque vengo por el reto deportivo", razonó el 'Turco'.
Sin cuantificar la apuesta, el Celta mantuvo con el técnico su habitual política de contención en el gasto y, como hace con los futbolistas, de búsqueda de profesionales semidesconocidos que puedan revalorizarse. Eso es lo que espera, de hecho, el mismo Mohamed. Y no lo oculta. "Seguramente, si uno triunfa deportivamente aquí en Europa  no hay techo. Yo creo que en Sudamérica había llegado a mi techo. Quería otro desafío deportivo. Quería conocer todo. Venir a otro mundo. Acaba de comenzar el desafío. Voy conociendo todo: la Liga, los árbitros, los delegados... Me estoy empapando de todo. Ustedes me están conociendo a mí. Soy una persona bastante frontal, que no oculta casi nada", se autodefinió. Para acabar reiterando la idea por la que cruzó el charco: "Estoy aquí por un desafío deportivo y puede ser un trampolín o un tobogán. Si triunfamos en el Celta, tenemos mucho lugar para crecer y si no nos va bien, volveremos a donde venimos".n