El Vigo Rugby femenino está inmerso en una temporada con escasez de jugadoras
Jugar por el placer de hacerlo, disfrutar en la derrota y en cada entrenamiento, estrujar las neuronas para hacer lo más divertido posible el próximo entrenamiento o reclutar una jugadora más que, posiblemente, se convertirá en amiga en cuestión de semanas. Y, si es posible, tratar de competir en los partidos, aunque puede ser casi secundario. El Vigo Rugby femenino vive esta temporada un nuevo renacimiento en su trayectoria casi cíclica durante los últimos veinticinco años. "Tuvimos cambio de entrenador y muchas jugadoras se fueron, creí que no salíamos esta temporada", explica la zaguera Sara García y añade que "hicimos un montón de actividades durante el verano para captar jugadoras, incluso cambiamos los días de entrenamiento y comenzó a anotarse gente".
De esta forma consiguieron estar "13 jugadoras en cada partido. El equipo es de 15, pero el mínimo son 12. Tenemos hasta 16 fichas, pero claro, no siempre podemos ir todas por temas de trabajo", explica la jugadora de la línea de tres cuartos, pero también matiza que "en los entrenamientos somos más porque hay bastante gente nueva que se anotó y viene, pero todavía no se animaron a hacerse la ficha porque están comenzando. Tengo la esperanza de que, para la segunda vuelta, la situación numérica mejore".
Mientras tanto, el equipo femenino del Vigo Rugby se centra en "pasarlo bien y hacer equipo. Le dimos una vuelta a la página de facebook y hacemos actividades y ejercicios divertidos que subimos. Es muy motivador. También hicimos otras actividades como una fiesta de Halloween".
Una formación puramente amateur y que ofrece un gran ambiente y un apoyo a "todas las que quieran animarse y empezar. En el rugby puede jugar cualquiera, independientemente de su condición física o fuerza. En el último partido debutó una compañera que es bajita y pequeña, pero es rápida y tiene su sitio. Algunos pensarían, donde se mete esta, pero para nada", explica Sara García.
Sus últimos vídeos muestran ejercicios con abdominales colectivas o flexiones grupales. Cuando una flaquea, se derrumba el bloque. Actividades en las que no faltan las risas bajo la batuta de Javi Abadía y Maka Tatafu, jugadores del masculino y entrenadores de la formación femenina.n
