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Un equipo en el que ser feliz

Felipe Murga, Sarah Ogoke, Ainhoa Lacorzana, Patricia Vicente y Pablo Campos, ayer en Footplus.
photo_camera Felipe Murga, Sarah Ogoke, Ainhoa Lacorzana, Patricia Vicente y Pablo Campos, ayer en Footplus.

Ogoke, Lacorzana y Vicente valoran el trato del Celta Zorka, que el sábado inicia la Liga en casa del Joventut

El Celta Zorka afronta el sábado en la pista del Joventut Les Corts (16:00) el primer partido de la temporada en la Liga Femenina 2. Tres de los nuevos fichajes del equipo, la nigeriana Sarah Ogoke –que ya jugó en Vigo hace dos años–, la andaluza Ainhoa Lacorzana y la aragonesa Patricia Vicente, destacaron ayer en su presentación el trato recibido en un club en el que no vienen sólo a jugar al baloncesto. "Lo primero que me dijeron es que aquí venía a ser feliz", valora Lacorzana. "Me he sentido como en casa desde el primer momento", apunta Vicente. "Sabía que aquí volvería a ser feliz", destaca por su parte Ogoke. Así es el Celta Zorka, un equipo en el que ser feliz.
Las jugadoras del club vigués fueron presentadas en Footplus en compañía del exatleta internacional Felipe Murga –que ejercía de anfitrión– y el directivo celeste Pablo Campos. Son tres de las caras nuevas de un equipo que aspira a pelear por entrar en la fase de ascenso a la máxima categoría, tal y como destacó Ogoke. "Estuve aquí hace dos años y mi primera temporada en el Celta fue magnífica. Estoy contenta de haber vuelto y mi objetivo es jugar la fase de ascenso para intentar ascender a Liga Femenina 1", señaló la internacional nigeriana, llamada a liderar al equipo junto a Minata Keita, que también afronta su segunda experiencia en el Celta. "A Minata y a mí nos han traído aquí por ser jugadoras experimentadas y para que lideremos el equipo dentro y fuera de la cancha. Tengo ganas de hacerlo porque he escuchado mucho de Minata, la he visto jugar en otros equipos y estoy encantada de jugar con ella. Creo que las dos juntas podemos hacer un buen trabajo y ayudar al resto de jugadoras", destacó la alero nacida en Nueva York, de 27 años y que procede del Uniao Sportiva de Portugal.
Después de promediar 13,7 puntos y 5,8 puntos en su primera temporada en el Zorka, Ogoke no dudó cuando recibió la llamada de Carlos Colinas, director general del club: "Cuando Carlos me llamó para volver, no lo dudé. Quería volver porque Carlos, Cris (Cantero) y toda la ciudad me recibieron muy bien en primer año y supe que volvería a ser feliz aquí y que haríamos una temporada mucho mejor".
La situación de Patricia Vicente es diferente. La escolta aragonesa, de 19 años, afronta en Vigo su primera experiencia lejos de su hogar. "Tomé la decisión de venir aquí, en parte, por ir a un sitio ya de manera profesional. Cambiar era un reto. Estaba en un equipo en el que éramos todas de Aragón y jugábamos porque nos gustaba. Venir aquí me daba la oportunidad de cambiar y desde el primer día ha sido todo genial. Me he sentido como en casa desde el primer momento y me han sorprendido para bien la gente y el trato. Estoy super a gusto", valoró la exjugadora del Antiguo Boscos. Su primer objetivo, apunta, es contribuir a convertir un grupo de jugadoras en un equipo. "Lo que espero de esta temporada es conseguir no ya ganar, sino entre todas formar equipo. Al final, de esta forma, se consiguen las cosas. Una vez que estás a gusto y te encuentras bien en un sitio es cuando empiezan a salir las cosas. Ahora, lo que buscamos es conseguir hacer equipo y a partir de ahí, trabajar y trabajar", explica Patricia Vicente.
La más joven es Ainhoa Lacorzana. Internacional con España en categorías inferiores, puede actuar como base o escolta y procede del Islas Canarias, con el que apenas tuvo oportunidades en Liga Femenina. "Lo esencial y lo que necesitaba era la confianza que me transmitieron y la oportunidad que me dieron de formar parte de este equipo. En Canarias jugaba en Liga 1, pero no tenía los minutos ni contaba con la confianza que necesitaba para jugar", explicó la jugadora andaluza, encantada con el trato que recibe por parte de la familia celeste. "Aquí te hacen sentir parte de algo. No sólo se preocupan por ti a nivel deportivo, sino también a nivel personal. Lo primero que me dijeron es que aquí venía a ser feliz, que no era un mero objeto deportivo, una mera jugadora. Eso es lo que me transmitieron y lo que más me gusta de este club, que te tratan en primer lugar como persona y se preocupan por que disfrutes jugando. Gracias a eso podemos competir y optar a ganar partidos", valora.n
 

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