El Godoy Maceira asume sin crisis un comienzo liguero modesto
Después de cuatro jornadas, el Godoy Maceira Porriño calca los números de la pasada temporada: tres derrotas y una sola victoria. El proyecto porriñés, que arrancó con un punto más de ambición este curso que el pasado, no acaba de lograr resultados pero su alma máter, el entrenador/presidente Abel Estévez, está tranquilo y sólo pone un pero: la derrota del pasado viernes en Elche. Y no tanto por la pérdida de puntos, sino por la imagen dada.
"Las alarmas no se han encendido", ratifica Estévez. Principalmente porque "sabíamos que teníamos un calendario complicado de inicio ante Aula y Gijón. Nada fuera de lo normal. Pero este fin de semana sí que nos hemos alejado de lo que queremos. Porque puedes ganar o perder, pero ese día no competimos". El técnico porriñés analiza y enseguida encuentra la razón principal de lo sucedido: "No jugamos bien porque no entrenamos bien. Fue una semana rara en la que no pudimos contar con Sarai Samartín e Inés Hernández para trabajar. Aunque Sarai al final pudo jugar, esta circunstancia te molesta". Una vez diagnosticada la causa, se impone el tratamiento: "Tenemos que trabajar mejor durante la semana. Coger una dinámica mejor en el día a día".
Básicamente, volver al ritmo de antes del parón competitivo de hace diez días. "El parón nos hizo daño. Habíamos cogido ritmo y ahora habrá que empezar de nuevo", apunta Abel Estévez. Pero, eso sí, con tranquilidad porque "salvo en este partido, hemos tenido fases muy buenas de juego". Por eso, el técnico del conjunto porriñés insiste en que "las alarmas no están encendidas".
Para evitar que se iluminen, el Porriño se centra en el partido del sábado en casa ante el Canyamelar Valencia, un rival hoy por hoy directo, al sumar los mismos dos puntos que las porriñesas. Para la cita, Estévez confía en poder contar con Inés Hernández, de cuya experiencia y juego espera mucho.n
