voleibol

El tomiñés Rubén Millán logra el oro

El k-4 sub-23 cumplió con su papel de favorito con el tomiñés Rubén Millán.
photo_camera El k-4 sub-23 cumplió con su papel de favorito con el tomiñés Rubén Millán.

Se proclamó campeón del mundo sub-23 dentro del K-4 1.000 español en Szeged

El tomiñés Rubén Millán, en K-4 1.000 metros sub-23, y el boirense Cristian Silva, en K-4 1.000 metros júnior, se proclamaron campeones del Mundo en Szeged (Hungría) en una jornada histórica para el piragüismo gallego. En el balance general de la competición, Galicia logró estos dos oros y los ocho palistas que tomaron parte en las regatas terminaron entre los diez primeros. Además, los palistas españoles sumaron cuatro preseas más.
Rubén Millán, del Kayak Tudense, formó junto a Javier Cabanin, Markus Walz y Juan González la tripulación del K-4 1.000 metros que logró una gesta de gran valor. En la final de ayer, fueron líderes desde la primera palada y confirmaron los pronósticos que les colocaban como grandes favoritos. Segundos fueron los rusos, que llegaron un segundo y medio más tarde a la línea de llegada, y tercero los bielorrusos, con más de dos segundos de retraso.
Millán tiene 21 años y la temporada pasada se proclamó sub-campeón de Europa en K-4 1.000 metros. También acudirá al Mundial sénior en Moscú el próximo mes de agosto.
Por su parte, Cristian Silva protagonizó la otra gran gesta en Hungría. Junto a Pedro Vázquez, Pelayo Roza y Ramón Lecumberri, se impusieron en al final de K-4 1.000 metros júnior. Una victoria trabajada y ajustada tal como reflejan los tiempos finales. Rusia se quedó a 0,268 segundos y Australia también muy cerca.
Del resto de gallegos, en sub-23, Cristina Noya, junto a Araceli Figuelas, fueron octavas en C-2 500 metros. Adrián Sieiro terminó en el séptimo lugar en C-1 200 metros. Tania Fernández, que tuvo como compañera a Begoña Lazkano, en K-2 500 metros, ganó la final B y acabó décima. 
Sergio Vallejo, en C-1 1.000 metros de la categoría júnior, fue octavo en la final, mientras Camila Aldana Morriso y Raquel da Costa, en K-2 500 metros, ganaron la final B y fueron décimas.
En cuanto a la actuación española ayer, Sara Ouzande revalidó su condición de subcampeona del mundo de K-1 200 júnior, Carlos Garrote se colgó el bronce en K-1 200 sub-23 y José Luis Gómez e Íñigo Noval también se hicieron con el bronce en K-2 200 júnior. Y hay que sumar el bronce conseguido el sábado por Pelayo Roza en el K-1 1.000 júnior.

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