CELTA-BETIS

Todos los sueños tienen un precio

Pape Cheikh pugna por un balón con Dani Ceballos y Brasanac durante el partido de ayer en Balaídos.
photo_camera Pape Cheikh pugna por un balón con Dani Ceballos y Brasanac durante el partido de ayer en Balaídos.

El Celta está viviendo esta temporada uno de los capítulos más bellos de su historia. Clasificado para las semifinales de la Liga Europa, todas las miradas están puestas en el duelo ante el Manchester United y, yendo un poco más lejos, en la final de Solna.

Pero todos los sueños tienen un precio y el Celta lo ha pagado en Liga. Las rotaciones llevadas a cabo por Eduardo Berizzo han permitido al equipo vigués llegar muy lejos tanto en la Copa como en la Liga Europa e incluso mantener las esperanzas de repetir clasificación europea vía Liga. Sin embargo, el éxito continental y los descansos obligados para mantener vivo el sueño de Solna se han hecho sentir en la competición doméstica. El 'plan B' de Berizzo ha servido para ganar a equipos como el Leganés o el Granada, pero no ha bastado ante rivales un punto superiores como el propio Betis. El Celta compitió, sobre todo en la segunda parte, pero no fue suficiente para sumar en un partido que dejó a los vigueses fuera de la lucha por Europa. Con nueve puntos sobre el séptimo con dieciocho por jugarse tanto para el Athtletic –que hoy visita al Eibar– como para el Celta –con su partido ante el Real Madrid aún pendiente–, la remontada es poco probable.

Cambio táctico
Eduardo Berizzo no sólo cambió de nombres ante el Betis, sino también de dibujo táctico. Sólo tres hombres (Sergio, Radoja y Guidetti) repitieron con respecto al once de Genk y el Celta jugó con cuatro centrocampistas –Radoja, Marcelo Díaz, Jozabed y Pape– y dos hombres en ataque, Bongonda y el mencionado Guidetti. Pero la superioridad numérica en el centro del campo no se tradujo en más control del balón. Al contrario, fue el Betis quien mejor supo jugar en un primer tiempo en el que los andaluces dispusieron de un buen número de ocasiones para adelantarse en el marcador. No lo consiguieron por su falta de puntería y el gran papel de Sergio.

El caso Bongonda
Théo Bongonda se ha convertido en un caso de discusión entre el celtismo. El belga dio ayer alimento a los 'antiBongonda', cuyos silbidos se hicieron oír en Balaídos cuando el extremo falló la mejor ocasión de la que dispuso el Celta en todo el partido, un mano a mano ante Adán tras un error de la defensa del Betis que no supo resolver. A la pitada de un sector de la grada respondió otro sector con la correspondiente reprobación y aplausos al jugador. Con el paso de los minutos, el belga también dio razones a los 'proBongonda' con varias acciones individuales de mérito, como un precioso pase filtrado a Guidetti que el sueco tampoco supo resolver ante Adán. La diferencia, a estas alturas, es que Guidetti se puede permitir fallar (incluso perseverar en el error) y Bongonda tiene un margen escaso.
Las leyes del fútbol
Una de las más manidas leyes del fútbol es esa que dice que si perdonas, lo pagas. Pero no siempre se cumple. El Betis perdonó en la primera parte y en la segunda, precisamente cuando el Celta había mejorado su versión, se adelantó en el marcador con un buen centro desde la izquierda de Brindisi que Brasanac cabeceó a gol.
El conjunto celeste jugó mejor en la segunda parte que en la primera y la salida de Beauvue y, sobre todo, Jonny y Wass lo dotó de más argumentos. No fue suficiente, sin embargo, para lograr el empate. La ausencia de jugadores como Hugo Mallo, Pablo Hernández, Pione Sisto o Iago Aspas –el gran referente ofensivo del equipo– fue demasiado peso para un Celta que con esta derrota se queda prácticamente sin opciones de alcanzar la séptima plaza. Es el precio que hay que pagar por el sueño de Solna.

Tarde plácida en Balaídos para De Burgos Bengoetxea

 Ricardo de Burgos Bengoetxea, árbitro del partido de ayer entre Celta y Betis, pudo disfrutar de una tárde plácida en Balaídos. No hubo acciones polémicas que pudieran decantar la balanza a favor de uno de los dos bandas y el encuentro transcurrió sin sobresaltos para el colegiado vasco hasta los últimos minutos, en los que tuvo que mostrar cinco cartulinas amarillas en apenas diez minutos.
El nivel de agresividad de los jugadores de Celta y Betis aumentó en los compases en los que el partido se decidía. Wass vio una amarilla por protestar en el minuto 79 y Marcelo Díaz por una falta dos minutos después. También fue amonestado por este motivo el bético Navarro, mientras que sus compañeros Dani Ceballos y Álvaro Cejudo recibieron una tarjeta por perder tiempo en busca de una victoria salvadora para los andaluces.
Por otro lado, el árbitro dio orden al delegado de campo de que dejasen de mostrarse en los videomarcadores repeticiones de las acciones del partido.n

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