Los 20 componentes del primer plantel trabajaron juntos por primera vez desde noviembre
Por primera vez desde hace casi tres meses, Eduardo Berizzo pudo sentir en la tarde de ayer la agradable sensación de poder realizar al menos parte del entrenamiento grupal con los 20 componentes de la primera plantilla. Toda una señal de buenas vibraciones tras el traspié liguero y previo a las semifinales coperas, cuyo encuentro de ida afrontan los vigueses este jueves en el Pizjuán ante el Sevilla.
La noticia no es redonda porque ninguno de los cuatro jugadores que arrastran lesiones han recibido al alta médica, pero sí que todos ellos han podido realizar la primera parte de la sesión con el resto de sus compañeros. Tal logro ya lo habían saboreado en los últimos entrenamientos tanto Nolito como Fontás, pero resultó novedad en Rubén Blanco, muy recuperado del golpe en el costado que le impidió viajar a Las Palmas, y en Marcelo Díaz. El chileno, fichaje invernal, por fin pudo compartir entreno con sus nuevos compañeros, algo que no había podido hacer desde su llegada.
De cara al jueves, la única ausencia cien por cien segura es la de Andreu Fontás, con un proceso de recuperación más lento de su tendinitis. Rubén Blanco parece seguro que podrá estar, si no para jugar sí al menos para entrar en la lista de convocados, y Berizzo mostró el pasado sábado su optimismo en torno a Nolito y Marcelo Díaz. La evolución de ambos en los entrenamientos de hoy y mañana marcará la pauta, con el gaditano con más posibilidades de reaparecer que el chileno, pero en ambos casos la probabilidad de que entrasen en el once es casi nula.n
