baloncesto liga femenina 2

Una tarde de las grandes

Sarah Ogoke fue la máxima anotadora del partido de ayer ante el Adareva, con 21 puntos.
photo_camera Sarah Ogoke fue la máxima anotadora del partido de ayer ante el Adareva, con 21 puntos.

El Celta Zorka confirma su crecimiento con una victoria de mucho mérito ante el Adareva

El Celta Zorka confirmó ayer su magnífico momento de forma con una victoria de mucho mérito sobre el Adareva, uno de los candidatos al ascenso a la Liga Femenina. Cristina Cantero ha tardado unos meses en regular el engranaje de su equipo, pero una vez ajustado, todas las piezas funcionan a la perfección. El excepcional partido de la conductora Cristina Salinas, el acierto en los momentos clave de Sarah Ogoke y Cristina Loureiro, la inteligencia y la veteranía de Ylenia Manzanares, el trabajo en la pintura de Ángela Coello, la defensa y el juego coral de un Celta con mucho corazón tumbaron a un Adareva que llegaba a Navia con sólo cuatro derrotas encajadas y regresó a Canarias con la quinta en la mochila. El Zorka sumó así su cuarta victoria en los cinco partidos disputados en un 2016 que promete un plácido final de curso.
Los buenos resultados le han dado la confianza suficiente al Celta como para plantarle cara a cualquier rival. La clasificación pintaba al Adareva como favorito al triunfo, pero bastaron un puñado de segundos para saber que a las canarias les iba a costar un mundo salir victoriosas de Navia. Una buena defensa y el acierto de Ogoke en ataque le otorgó la primera ventaja importante al Zorka (8-2, min. 3) en un momento en el que Laura Fernández, una de las jugadoras clave del Adareva, se iba al banquillo con tres faltas personales y ante la incredulidad de su entrenadora.
Con el 10-4 llegó el primer tiempo muerto de las canarias, antes de que Ogoke pusiera al Celta ocho puntos arriba (12-4). Cantero sentó entonces a la nigeriana y al Zorka se le nubló la vista en ataque. El Adareva lo aprovechó para acercarse en el marcador y Basaez cerró el primer cuarto con un triple en el último suspiro (13-11, min. 10).
Superado el susto inicial, el conjunto tinerfeño se vino arriba. Un 2+1 de Eva Serra y un triple de Bejarano situaron al Adareva por delante en el marcador (13-17). Sin embargo, el Celta no se vino abajo. En los últimos meses ha crecido en todos los sentidos y le sobra fuerza para salir airoso de los momentos más complicados. Es en esos instantes cuando resulta clave el papel de la recién llegada Ylenia Manzanares, que volvió a ofrecer un recital de baloncesto en su tercer partido como celeste. La riojana aporta calma y saber hacer cuando peor pinta el partido, además de un talento descomunal para el rebote que le llevó a sumar ayer quince capturas.
Cinco puntos consecutivos de Cristina Loureiro, de nuevo con la muñeca caliente, situaron al Celta por delante (20-19, min. 15), pero las canarias volvieron a abrir hueco de la mano de la nigeriana Onyeuku (24-30). El acelerón del Adareva volvió a toparse con la fe del Zorka, que merced al acierto de Loureiro y un canastón de Cristina Salinas se fue al descanso con sus opciones de victoria intactas (32-34, min. 20).
Llegado el ecuador del partido, el Celta se había demostrado a sí mismo y al público presente en Navia que estaba capacitado para sumar un nuevo triunfo que persiguió con el espíritu de las grandes tardes tras el paso por vestuarios. Fue entonces cuando sacó a relucir su mejor baloncesto, con una Salinas descomunal en la dirección y valiente de cara al aro rival. Ogoke y Loureiro también brillaban en ataque y la defensa celeste volvía a funcionar. El Zorka se hizo con el mando del partido y su ventaja comenzó a crecer. Entró en el último cuarto siete puntos arriba (53-46) y amplió su renta hasta los quince metido ya en el parcial definitivo (62-47, min. 32).
La victoria local parecía segura, pero Bejarano metió al Adareva en el partido con 8 puntos consecutivos, dos triples incluidos, que despertaron los nervios en el bando local. El conjunto canario se puso a cinco puntos (64-59) a dos minutos y medio del final, pero Ogoke y Salinas volvieron a resurgir para asegurar la victoria sin más sufrimiento que el necesario.

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