Tameiga rechaza de plano el proyecto del Celta

Ricardo Barros, Carlos Mouriño y Pedro Posada, en su última comparecencia pública.
photo_camera Ricardo Barros, Carlos Mouriño y Pedro Posada, en su última comparecencia pública.

Los comuneros descartaron hasta tres propuestas del club para hacerse con los terrenos

Rechazo unánime. Así se resume la postura de la Comunidad de Montes de Tameiga sobre los planes del Celta de construcción de la segunda fase de la ciudad deportiva que proyecta en Mos. En concreto, los comuneros se refieren en todo momento en el escrito que resume el posicionamiento de la asamblea celebrada el pasado domingo al "proyecto de Área Comercial del Celta de Vigo".
La junta directiva de la Comunidad de Montes trasladó a sus miembros en dicha reunión los contactos habidos en los últimos meses con el club, que comenzaron tras el pasado verano con el fin de hacerse con terrenos en manos de los comuneros. En la primera reunión, se llegó a la conclusión de que la fórmula a emplear debería ser la permuta, al no estar interesado el Celta en el alquiler. La propuesta expuesta fue de uno a ocho –ocho metros por cada metro cedido–.
Al rechazar esta opción el Celta, en un segundo encuentro el club propuso una permuta de metro por metro pero con la compensación de alquiler otras seis hectáreas de terreno para hacer un parque forestal de ocio, que gestionaría la Comunidad de Montes cobrando un alquiler. Según los comuneros, el Celta explicó que para hacerse con los terrenos de la permuta recurriría a la expropación de terrenos particulares. La directiva rechazó esta nueva propuesta al no considerarla interesante y le expuso a los responsables del club el problema que podría surgir con las comunidades de aguas. Fue entonces cuando se le solicitó al club un estudio de impacto en el abastecimiento de agua.
En una tercera reunión, la propuesta del Celta fue permuta uno por uno y una compensación económica. Además, se entrega el informe solicitado, que es tachado de escaso por comuneros y comunidades de aguas. Expuesto todo esto, la asamblea rechazó de forma unánime el proyecto, al que también se opone la junta directiva.
El Celta está a punto de iniciar las obras de la primera fase de la ciudad deportiva, para la que ya tiene los terrenos tras el acuerdo con la Comunidad de Montes de Pereiras.n

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