JAVIER GÓMEZ NOYA. CAMPEóN DEL MUNDO DE TRIATLóN

"Soy al triatlón lo que Nadal al tenis, pero con menos repercusión"

Javier Gómez Noya mantiene "intacta" la motivación y apunta a los Juegos Olímpicos de Río.
photo_camera Javier Gómez Noya mantiene "intacta" la motivación y apunta a los Juegos Olímpicos de Río.

Javier Gómez Noya (Basilea, 1983) es el mejor deportista gallego del momento y uno de los mejores españoles. Lidera de nuevo las Series Mundiales en busca de su quinto título y asume que debe servir como potenciador de un deporte en auge como el triatlón.

El comienzo en las Series Mundiales ha sido muy fuerte tanto este año como el pasado. ¿Es algo premeditado o tiene mucho de circunstancial?
Las dos cosas. El planteamiento siempre es empezar fuerte pero unas veces sale mejor y otras peor. Este año, el invierno ha sido muy bueno a nivel de entrenamiento, pero una pequeña enfermedad me mermó un poco de inicio. Y luego no tienes mucho tiempo entre carrera y carrera. Apenas había dos semanas entre la primera y la segunda y entre la segunda y la tercera. Entrené muy bien, conseguí subir la forma poco a poco, obtuve varios podios y a las que mejor llegué fueron a las dos últimas, Ciudad del Cabo que estuve muy cerca de la victoria e hice muy buena carrera, y esta última en Yokohama, que pude definir al sprint y llevarme el triunfo. No es que el año pasado estuviese mejor al inicio de temporada, sino que tuve más continuidad, no sufrí esa enfermedad, las tres primeras carreras salieron bien y las gané. Este año sólo tengo una victoria pero también muchas consistencia con varios podiums y sigo líder del Mundial. Por lo tanto, las cosas están yendo muy bien.

No irá a la próxima cita de las Series Mundiales en Londres. ¿Se plantea no acudir a alguna más o sí estará en las otras cuatro?
En principio, haré todas las siguientes, aunque si se dieran muy bien las dos próximas, a lo mejor me puedo permitir no hacer la penúltima antes de la final. Pero en mi cabeza ahora mismo está hacer todo lo que queda porque va a ser un Mundial muy apretado. Vamos a llegar tres o cuatro triatletas con opciones reales de ganar a la final y ahí es donde se va a decidir. Hay que coger un pico de forma para esa final, que puntúa más, para poder llegar muy bien.
Un calendario tan amplio no le permitirá realizar muchas más pruebas fuera de las Series.
Poco más. Intentaré hacer el Campeonato del Mundo de 70.3, aunque para algunos es una locura. Pero nos gustan los retos y es una distancia que se adapta bien a mis características. Será el 30 de agosto, en una fecha un poco complicada al ser tres semanas antes de la final. Pero vamos a intentarlo. Como dije desde el principio, el Mundial no me obsesiona mucho este año porque tengo cuatro y el gran objetivo va a ser Río el año que viene. Aunque por supuesto no vamos a desperdiciar una oportunidad de ganarlo si se da.

En Río ya ha dicho que el objetivo es el oro. ¿Serán esos Juegos un punto de inflexión en su carrera? ¿A partir de ahí, qué?
Ya veremos. Ahora mismo me siento muy motivado, con ganas de seguir compitiendo. Pero es posible que cambie un poco y me dedique a distancias más largas o busque otro tipo de retos. Al final, llevo diez o doce años compitiendo en pruebas del Mundial de la ITU. Me siguen gustando pero también me llaman otras cosas. Después de Río será el momento de pensarlo y de decidir.

¿El sacrificio diario ya le va quemando o todavía no?
Te quema, evidentemente, porque es un esfuerzo importante y cada vez hay más nivel y tienes que cuidar más los detalles. Pero yo me siento un privilegiado, y más ahora. Cuando estás ganando carreras, ese esfuerzo se ve recompensado, puedes ser profesional, puedo dedicarme a lo que me gusta. Hay otra gente que entrena tanto como yo y a lo mejor no consigue los resultados que estoy logrando yo. Por lo tanto, no puedo quejarme de nada y, de momento, la motivación sigue intacta.

También le está dando frutos ese entrenamiento silencioso para prever lesiones. Por ejemplo, Alistair ha tenido problemas en las últimas temporadas, lo que parece normal teniendo en cuenta la exigencia. ¿No sufrirlos no es ya de por sí un gran logro?
Es que el calendario es muy exigente y hay que trabajar para no tener lesiones. Mucho gimnasio, mucho entrenamiento específico... Porque la gente nos ve cuando estamos ya en el pontón para salir, pero hay viajes transoceánicos de por medio, muchos entrenamientos, problemas que van surgiendo y que tienes que solventar para poder estar consistente todo el año.

Alonso, Gasol o Nadal son iconos del deporte español. ¿Le falta algo a usted o al triatlón para llegar a ese nivel?
Le falta algo a los medios de comunicación porque al final son los que hacen más o menos conocidos a los deportistas. Evidentemente, yo soy al triatlón lo que Nadal puede ser al tenis, en cuanto a dominio y victorias, pero el tenis tiene más repercusión, más inversión, más esponsors y hace que esos deportistas sean más conocidos. Pero no me quejo por la situación en la que está el triatlón, que está creciendo mucho. Además, es un deporte relativamente nuevo  y tampoco de la noche a la mañana se puede llegar a lo más alto. Pero la gente está respondiendo, lo más importante es que el público disfruta de nuestro deporte y cada vez tenemos más seguidores.

Le toca la labor de abrir camino. Iván Raña quizás fue el pionero, pero a usted le corresponde dar esa relevancia social al triatlón.
Cuando hay buenos resultados siempre es más fácil abrir camino porque damos más que hablar. Afortunadamente, hoy en día en Galicia se pueden seguir las pruebas en directo en televisión, que es un punto importante, y los medios están pendientes de las pruebas de las Series Mundiales, cuando al principio casi ni se enteraban. Son pasos positivos y quiere decir que nuestro deporte genera expectación.

Vamos, que nos está educando un poco a los medios.
Bueno... Yo y otros. Y el propio deporte en sí, porque si no es atractivo, tampoco la gente lo sigue.

¿Pasar tanto tiempo fuera de casa le hace más o menos gallego?
Me da más criterio para valorar las cosas que tenemos buenas en Galicia, para saber las no tan buenas y para conocer las cosas buenas de otros lugares. Viajar y pasar tiempo fuera es una riqueza a todos los niveles y a mí personalmente me gusta, aunque por supuesto me encanta estar en casa también.

¿Echa de menos estar en casa?
Más que estar en casa, echas de menos a mucha gente: tus padres, amigos... Pero es parte de mi trabajo y lo asumo como tal. Además, he tenido oportunidad de hacer amigos en muchos sitios y conocer a gente de muchas partes, que también es muy enriquecedor.

En los últimos años a su alrededor se ha creado un grupo de entrenamiento cada vez más numeroso. ¿Al final crea más seguidores o competidores?
Me crea competidores pero lo asumo y lo disfruto. Ver ahora mismo en el top diez mundial a cuatro españoles era algo impensable hace unos años. Muy contento de ver a gente joven que lo está haciendo muy bien, de poder ayudar a algunos de ellos y también de poder beneficiarme de entrenarme con algunos. Cuando viene un chaval joven con ese ímpetu te hace ponerte las pilas y es un beneficio mutuo. Tengo un grupo de entrenamiento muy bonito, nos esforzamos mucho todos los días y cada uno saca lo mejor de sí mismo.

¿Por qué ahora mismo los tres primeros de las Series Mundiales son españoles? ¿Por qué España está tan bien?
Por casualidad, si le digo la verdad. Porque desde luego no hay un trabajo federativo detrás ni un apoyo como puede haber en otras selecciones. En la última carrera estábamos solos. Yo voy con mi entrenador porque me lo pago yo y decido llevarlo, pero no teníamos ningún tipo de apoyo de la Federación. Cada uno trabaja por su cuenta lo mejor posible. Somos todos apasionados del triatlón.

¿Es imposible que cambie esta situación?
Las ayudas son mínimas comparadas con otros deportes o con otras federaciones. Ves la estructura que lleva la Federación Inglesa y el apoyo que tienen los Brownlee y no tiene nada que ver con la Española. Es una realidad que veo yo y cualquiera del mundo del triatlón. ¿Los motivos? Pues no sé si es una cuestión de presupuesto o de gestión. Yo como deportista ya decidí hace tiempo tratar de seguir mi camino y hacerlo lo mejor posible y no depender demasiado de Federaciones o ayudas públicas porque a veces las cosas no son tan fáciles. Tengo la suerte de contar con esponsors que confían en mí desde hace muchos años y algunos nuevos, como el grupo Banco Popular ahora mismo.

Tres nombres propios. ¿Qué ha significado para usted Omar González?
Un entrenador con el que estuve cuatro años y con el que aprendí mucho, como con otros entrenadores que he tenido.

¿Paco Villanueva?
Me ayudó a poder ser triatleta en su día y gracias a su tesón y lucha estoy donde estoy.

¿Los hermanos Brownlee?
Los dos, aunque Alistair quizás esté un puntito por encima, son los dos mayores rivales que he tenido en mi carrera deportiva. Sin ellos habría ganado más carreras pero no habría disfrutado tanto. Me han hecho mejor deportista.

¿Hay tan buen rollo entre los triatletas como parece? Porque en otros deportes no es norma.
En general sí. Conozco de primera mano otros deportes y puedo decir que en el triatlón, aunque siempre pueda haber alguno que no te caiga tan bien, hay muy buen rollo e incluso con los Brownlee, con los que tengo una rivalidad muy importante, nos tenemos mucho respeto y podemos competir para el mismo equipo en Francia sin ningún tipo de problema. Es algo también muy bonito de este deporte.

Lo último, ¿qué relación tiene Javier Gómez Noya con Vigo?
Vivo en Pontevedra que está a un paso y he hecho triatlones en Vigo desde el inicio de mi carrera deportiva. El segundo triatlón que hice en mi vida fue en el 98 en Samil. Competí en travesías de natación, en la piscina del Náutico con mi club, el Natación Ferrol, mil veces. Estoy muy ligado a la ciudad.n

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