Los barcos participantes se dividen en cuatro categorías según su capacidad competitiva
El Trofeo Conde de Gondomar es la primera gran cita de la temporada de vela de cruceros y los regatistas afinan en ella sus embarcaciones. La variedad marca la pauta entre los inscritos, dada la diversidad de tamaños y velocidades de los barcos, lo que determina el reparto de la flota en hasta tres divisiones diferentes.
Eso sí, todas las embarcaciones que quieran competir en el Trofeo Conde de Gondomar deberán contar con el certificado ORC y ORC CLUB válido para el año 2014. Este requisito es fundamental para el buen desarrollo de la cita.
Una vez comprobadas las certificaciones, las embarcaciones se dividirán en clases según su capacidad competitiva, determinada por el GPH (el promedio de tiempo, expresado en segundos, que invierte cada barco en recorrer una milla). De esta manera, las unidades más rápidas, con un GPH menor de 510 s/milla, se agruparán en la clase 0. Habrá una clase 1 para barcos con GPH entre 510 y 600 s/milla, una clase 2 para barcos con GPH entre 600 y 650 s/milla, una clase 3 para barcos con GPH entre 650 y 685 s/milla y hasta una clase 4 para barcos con GPH entre 685 y 715 s/milla.
La organización del Monte Real Club de Yates de Baiona ha dispuesto, en principio, una clasificación para cada una de las clases y una general conjunta para los que hayan realizado también la etapa del Carrumeiro Chico. Además, el reglamento refleja que los J80 podrán competir entre ellos en tiempo real siempre que haya un mínimo de cinco barcos inscritos.
Los patrocinadores
El Monte Real Club de Yates es el gran hacedor del trofeo, pero cuenta con la necesaria colaboración de la Federación Española de Vela y de la Federación Gallega. Además, disfruta del apoyo institucional de la Deputación de Pontevedra, tanto directamente como a través del programa Turismo Rías Baixas, especialmente atento a todo lo que se refiete el turismo náutico.
Sin embargo, para llevar a cabo una cita como ésta es imprescindible contar con el respaldo de firmas privadas y, en tiempo de crisis, la trigésimo novena edición del Conde de Gondomar no se puede quejar de padrinos. Así, cuenta con al patrocinio de Abanca, Vitaldent, El Corte Inglés y Don Pedro de Soutomaior. Junto a estas empresas se sitúan más colaboradores: Nordés, Nordic Mist, Nea y Watching Man. Toda una familia con la vela como nexo de unión.n