Sin medallas pero en el 'top ten'

Un finalista, Álvaro Martín en los 20 kilómetros, y cinco atletas entre los diez primeros clasificados fue el balance de la marcha española en las tres pruebas disputadas ayer en los Campeonatos del Mundo de Londres. En esta ocasión no hubo medallas.
En los 20 kilómetros masculinos, los cuatro españoles acabaron entre los 13 primeros. Se impuso el colombiano Eder Arévalo (1h18:53, nuevo récord nacional), por delante del ruso Sergei Shirobokov (1h18:55) y del brasileño Caio Bonfim (1h19:04, récord nacional). Arévalo hereda el trono absoluto del español Miguel Ángel López, que ayer llegó décimo con 1h19:57, justo a continuación de otros dos españoles, Álvaro Martín, octavo con 1h19:41, y Alberto Amezcua, noveno con 1h19:46.  Diego García fue décimo tercero.
En la prueba femenina, la china Jiayu Yang se proclamó campeona (1h26:18) aprovechando el generoso esfuerzo de la subcampeona olímpica, la mexicana Lupita González, que había hecho todo el gasto y cruzó la meta un segundo después. La medalla de plata fue para la italiana Antonella Palmisano con 1h26:36.
Laura García-Caro, novena con 1h29:29, y la subcampeona de Europa sub-23 María Pérez, décima con 1h29:37, fueron las mejores españolas, ambas con récord personal. Ainhoa Pinedo llegó en el puesto 21 con 1h31:28.
En 50 kilómetros, el francés Yohann Diniz, plusmarquista mundial de 50 km marcha, consiguió al fin, con 39 años, su primer título mundial con un tiempo de 3h33:12, récord de los campeonatos y el margen vencedor más amplio en la historia de los campeonatos: ocho minutos. Hirooki Arai consiguió la medalla de plata con un tiempo de 3h41:17 y su compañero Kai Kobayashi llegó dos segundos después. El madrileño José Ignacio Díaz fue el mejor español, decimoséptimo, con nuevo récord personal (3h48:08). El leonés Francisco Arcilla fue 26º, con 3h57:27, mientras que el pacense Iván Pajuelo se retiró.
Por último, la portuguesa Inés Henriques es la primera campeona de 50 km marcha, una prueba que contó sólo con siete participantes al estrenarse en categoría femenina en unos Mundiales, batiendo su propio récord mundial (4h05:56).