El portero titular los tres últimos cursos no ha recibido aún oferta de renovación y acaba en 2019
Es opinión generalizada que las tres últimas temporadas del Celta han sido brillantes. Y no sólo en juego, sino también en resultados. Coincide en el tiempo tal brillantez con la condición de titular en la portería celeste de Sergio Álvarez, pieza clave en el equipo vigués con Eduardo Berizzo al frente. Sin embargo, una vez más, el canterano está en la cola de las prioridades del club vigués a la hora de hablar de contrato y emolumentos.
En los últimos meses, los responsables del club se han mostrado públicamente preocupados por la renovación de valores importantes en el equipo como Daniel Wass o Nemanja Radoja. Indudablemente, ambos merecen la atención de la secretaría técnica y el interés que, ellos sí, han notado en el Celta para su continuidad. Sin embargo, ninguno de los dos termina contrato el próximo verano, algo que sí sucede en el caso de Sergio.
El meta celeste ha tenido que ganarse cada temporada de contrato y cada titularidad con sangre. El club está acostumbrado a jugar al límite con él en cuanto a las renovaciones y sólo una leve reivindicación pública de su labor hace dos años provocó el contrato por tres cursos que ahora mismo está en vigor y al que, desde el próximo sábado, le restará un solo año.
Por el momento, nadie en el Celta se ha sentado a aclarar el futuro con Sergio. La figura emergente, aunque retardada por las lesiones en los últimos tiempos, de Rubén Blanco no ha hecho más que espolear al de Catoira, que tiene ganado el apoyo de la afición y del vestuario, del que fue uno de los capitanes la pasada temporada. El club y Juan Carlos Unzué decidirán. Él trabajará.
