Aspas, segunda punta o mediapunta en sus inicios, vuelve a retrasar su sitio pero más sabio
Iago Aspas era un canterano talentoso y rebelde que se movía por detrás del delantero hasta que Paco Herrera le dio la camiseta del nueve y lo puso en punta para llevar al equipo a Primera. Y esa mayor cercanía con la portería rival le hizo mucho bien al moañés, que se destapó como finalizador.
Pero Iago ha entendido mejor el juego en las últimas temporadas y ya no sólo encuentra soluciones individuales, sino que las encuentra colectivas. Y de esa sabiduría táctiva quiere aprovecharse hoy Eduardo Berizzo, quien reconoce que las últimas actuaciones le están convenciendo de que el morracense puede ser incluso más beneficioso para el conjunto haciendo de 10 que de 9. Sobre todo porque el 10 incluye al 9.
El argentino ya no oculta "las dudas sobre" la posición del moañés. "Si nos decantamos por un extremo derecho puede ser Pione, Théo a pierna cambiada, Señé, Andrew, Claudio… Alguna de esas alternativas permite que Iago sea el doble 9 por detrás. O el número 10, prácticamente. Si esto no nos termina de convencer, Iago irá a esa posición defensiva, no tanto ofensiva, e imaginaremos un número 10 que salga de Joza, de Daniel, de Señé", analiza pensando en el Espanyol, pero también en el resto de partidos del curso.
Porque, reconoce el técnico, "me gusta lo que sucede cuando Iago juega en una posición libre". Pero con un pero: "De nada sirve poner a Iago en esa posición si el rival por tu desacople táctico te domina. No sólo no atacas, sino que defiendes mal. Me encantaría pensar en un partido fraccionado que sólo fuese ataque y entonces claro que escogería a Iago en esa posición". Con ese pro y esa contra, Berizzo trata de imaginar "un partido para Iago, defensivamente hablando, no tan exigente, pero que la estructura defensiva no se resienta".
El entrenador celeste dibuja opciones para liberar a Iago porque "en la pasada temporada un poco y en ésta totalmente acentuado, ha demostrado que no sólo es un futbolista de ataque, sino que es un futbolista de equipo. Capaz de enlazar la elaboración del juego con el ataque, transformándose en un número 10. Y su dinamismo puesto al servicio del equipo no le quita ni un centímetro de peligrosidad en el área rival. Me animaría a decir que puede ser nuestro número 10 si el partido lo requiere". Y Berizzo cree que su excepcional condición física, pese al desgaste de los partidos, lo eleva: "Tiene mucho que ver su fortaleza física. La confianza que le permite imaginar algo futbolísticamente y acompañarlo físicamente".
Las últimas apariciones de Aspas convencieron a su técnico de que "puede ser un enlace tan valioso como un mediocampista. Evidentemente, en un partido volcado al ataque. Pero nos ha demostrado relacionarse muy bien con su número 9, tanto Pepe como John".n
